Editoriales

Editorial de marzo de 2018; Memoria viva: Celebrando la inauguración de Centro de Memoria de Educación Física
ISEF 27 de febrero de 2018.

Hablando de memoria y el ISEF, hay una historia que quiero contarles:
Aquel estudiante acababa de rendir su último exámen que lo convertía en profesor de educación física. Lo ponía muy contento la idea que pronto comenzaría a trabajar, ya que de acuerdo a la ley de presupuesto vigente desde 1952 y su famoso artículo 148, los recién recibidos ingresaban automáticamente a la administración pública y debían ejercer la profesión en el interior del país por un lapso mínimo  de tres años. Todo venía como anillo al dedo, pero no sabía aún que eso nunca llegaría a suceder.
En esas cavilaciones se encontraba este joven de anchas espaldas, seguramente pensando en lo que le esperaba con la preparación de su traslado de la pensión donde vivía, hacia la capital de su departamento.  Recorría  el gimnasio con intención de irse al vestuario, cuando escuchó aquel  conocido vozarrón que lo llamaba desde de lo que denominaban “La Jaula”. El hombre que lo llamaba le abrió la puerta y no bien estuvo dentro le preguntó sin más: “Pacho, no te gustaría ir a Colonia?” “Pero profe, qué me está ofreciendo, si usted sabe que yo soy de Tacuarembó!” le contestaría Pacho.
No muchacho! A Colonia Alemania, a la Escuela de Deportes de la ciudad de Colonia!”
Era un día cualquiera de  fin de un diciembre caluroso de 1957.
Esa visión del “Jaula” produciría más tarde algunos cambios más que  relevantes al introducir un enfoque distinto de la gimnasia, que por extensión abarcaría  a toda la educación física en el Uruguay.
Ya lo había hecho con otros dos profesores que fueron a estudiar a Estocolmo, no precisamente al club del Prado, sino a la capital de Suecia, nada menos que al Real Instituto de Gimnasia sueco, por aquel entonces de fama mundial. Allí marcharon entonces impulsados por Langlade   otros dos muchachos del interior, que contribuirían   también a vivenciar de primera mano, la en ese entonces muy conocida “gimnasia neosueca”: Walter “El Fonti” Fonticiella de Salto  y Néstor Ibarra de Colonia, esta vez sí de Uruguay.  El primero desaparecería lamentablemente  muy joven y Néstor
Ibarra formó parte de la historia más reciente  de un ISEF preuniversitario, del que fuera director.
Seguramente la inmensa mayoría de quienes lean esto, se preguntaran quiénes y cuál ha sido la relevancia de estas personas de las que les estoy contando estas anécdotas en el desarrollo de la educación física del país.
Empiezo por decirles que “El Jaula” era el apodo que los estudiantes de todos los tiempos  le habíamos otorgado al profesor Alberto Langlade, quien tenía su oficina en el lado este del gimnasio, con un cerramiento protector a los golpes de las pelotas de cualquiera de los deportes y juegos que allí se practicaban. Ese recinto cerrado amueblado escasamente con un par de escritorios y muchos armarios de puertas corredizas, era  el espacio en que se movía - como en una jaula - con su corpulencia y cuidada melena, uno de los personajes más preponderantes del  panorama académico, incipiente en  aquellos tiempos, tanto en lo nacional como en la región
El personaje principal del cuento de hoy, el profesor recién recibido, era oriundo de Tacuarembó y se llamaba Juan Antonio, Nicasio, Francisco, Manuel, Antonio, Bernardo, Mario, Héctor, César, Higinio, Molotov, Gorki; Iglesias, Largo, Abayuba, Yamandú, Zapicán, Cajal, Engels  Seoane Estévez, más conocido como Pacho. Sí, tenía 19 originales nombres como la cantidad de departamentos del Uruguay!
Un verdadero personaje el tal Pacho; porque  fue realmente un personaje, más allá de esta ocurrencia supuestamente jocosa del padre (conocido abogado militante socialista y profesor de secundaria  de Tacuarembó)  de rendir homenaje en los nombres de su hijo, a admirados actores de diversas épocas y de diferentes comarcas de la historia política y social universal.   
La vida de Pacho está impregnada de anécdotas interesantes y creo que nos debemos como colectivo, hablar y estudiar más in extenso su singular trayectoria.

Con la creación del CEMEF se abre precisamente una oportunidad de investigar y recuperar información valiosa, resguardarla y ponerla a disposición de la gente para cerrar el círculo de la creación de nuevos saberes. “El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce”, habría dicho el escritor británico  Eduard Thomas. El pasado siempre volverá disfrazado de presente, atrevámonos a mirarlo sin resentimientos, sin celos. Esta iniciativa reivindica al ISEF  y hará olvidarnos de aquella quema de libros “viejos” triste y vergonzante desde lo factico y simbólico, que alguna vez hiciera el Instituto.   Bienvenida esta  nueva actitud de ejercicio de la memoria con mirada curiosa hacia el pasado, donde también existieron profesionales comprometidos y hacedores de historia. No todo comenzó hoy.
La vida siempre comienza mañana, por ejemplo al investigar, conocer y divulgar la trayectoria y aportes que este docente Juan Antonio Seoane, prácticamente un desconocido en estos tiempos, le brindó a la formación profesional en el ISEF a partir del comienzo de los sesenta. 
La Escuela Alemana de Deportes, hoy y desde 1972 Universidad de Deportes, tenía entonces una clara orientación pedagógica y allí Pacho estuvo en contacto en 1958/59 directamente con Hermann Ohnesorge. El llamado padre de la gimnasia escolar, un entrañable docente que ninguno de quienes fuimos posteriormente a ese centro de estudios, llegamos a conocer. Este pedagogo quien fuera uno de los seis maestros directores de   la Deutsche Sporthochschule desde 1947 al 1956,  impulsó al joven tacuaremboense hacia una pedagogía del deporte en su dimensión escolar.
Helmut Bantz otro de los profesores de referencia en aquellos tiempos, ex competidor alemán de gimnasia y campeón olímpico de saltos en Melbourne, le dio entre otros, la formación técnica específica en la disciplina gimnastica.
Pero lo más significativo sin embargo,  fue la influencia que ejercieron sobre él  la gimnasia moderna alemana, con sus conceptos de totalidad y la significación de lo rítmico expresivo; con sus movimientos de oscilación, tensión y descarga. Una vez en Montevideo, Pachito debería todavía luchar por imponer frente a su mentor Langlade, las concepciones de un movimiento más global y bello con cercanías a la danza.
Todo un hálito de libertad invadió el Parque Batlle con la llegada de Pacho, a contramarcha de lo estructurado, construido y hasta artificioso de la concepción  imperante de la gimnasia hasta entonces.
Desde los aspectos de la educación postural el profesor Seoane arrojaría sobre ella  una mirada holística, concebida como la “expresión psico-somática de la personalidad”. Otra vez la noción de un  hombre en movimiento y su circunstancia, una idea que antecede al concepto actual de corporeidad.
En sus clases prácticas desestimó las formaciones y la solemnidad de la sesión. Todo fluía más suelto y creativamente. Discutía allí con y frente a sus alumnos y profesor ayudante, la creación de conocimientos técnicos y estrategias para su enseñanza en las clase de gimnasia. Un enfoque que  jerarquizaba al estudiante. Prevalecía el análisis del contenido motor frente a la forma,  proponiendo además otro tipo de ayudas y de amortiguación más protectoras de las lesiones en las caídas de los saltos. En la asignatura  Educación Física Especial propuso otras formas de abordar las debilidades posturales y se incluyó la modalidad de seminario por primera vez en el instituto, donde eran los alumnos que preparaban los temas y los exponían en sus clases.
Fue colaborador junto a los docentes Raúl López Barrera y quien escribe esta nota, en una publicación creada por la OLADEF (Organización de Libros y Apuntes de Educación Física) publicación de la Asociación de Estudiantes del ISEF, (AEISEFU)  en una hoja denominada “Apuntes metodológicos”.
La vida profesional de Pacho trascendió el ISEF ya que fue el primer profesor de educación física en la Escuela Universitaria de Tecnología Médica, fue profesor del Instituto Dámaso Antonio Larrañaga en su época dorada, trabajó en Colegio Alemán de Montevideo donde abrevó en el contacto con los niños y jóvenes. En todos lados muy querido y recordado.
Podríamos seguir, pero pondremos fin  aquí a esta breve reseña de la vida profesional de Juan Antonio Seoane con quien el ISEF está en deuda, como lo está aun con Martha Büsch, Pedro Lodeiro y otros valiosos docentes que tanto aportaron desde allí a la formación de recursos humanos en este país.
Sin embargo estamos a tiempo de cambiar el rumbo.
Lo que sigue es sólo anécdota y un recuerdo personal pero que también lo describe y completa. Pacho poseía una gran biblioteca en español y alemán, de las pocas de tal magnitud que yo haya visto. Solidario prestaba sus libros, pero siempre bajo firma para rastrear su derrotero. Estupendo asador, pescador y tomador de buen vino, así como  inigualable y celoso cebador de mate. Extremadamente meticuloso pulcro y ordenado en todas sus cosas. Un sensible ser humano de ojos llorosos, sincero y leal amigo, una excelente  persona, a la que agradeceré siempre la ocasión de haber sido su discípulo, colega, amigo y a quien recordaré siempre.
Pacho Seoane murió el 22 de mayo de 2002
EH 

https://www.youtube.com/watch?v=WBh-uu2x_6Q

Editorial de febrero de 2018: El deporte de competencia y la capacitación de sus dirigentes.

El deporte de competencia moderno se instaló por estos lares a mediados del siglo XIX. Durante más de cincuenta años lo practicaron los ingleses como una actividad de caballeros (varones) regido por el “fair play” (juego limpio). Ese espíritu aristocrático era tomado de la filosofía del liberalismo inglés, y promovía una forma de actuar honesta, leal, sincera, evitando las trampas a las reglas y donde el “saber perder” era parte de esa deportividad características del “sportsman”.

A pesar de que políticamente ese liberalismo cometió las mayores atrocidades contra los pueblos que el Imperio Británico colonizó, eran frecuentes entonces en el deporte las auto acusaciones cuando se cometían faltas en el juego y era muy mal visto el intento de engaño a los árbitros, personajes que actuaban (de ahí su nombre) “arbitrariamente”, según su mejor leal saber y entender, descontándose en ellos la ausencia de mala fe o mala intención.

De aquellos momentos iniciales a ahora, mucho ha cambiado. A principios del siglo XX el propio Estado tomó partido y el 7 de febrero de 1917 la Comisión Nacional de Educación Física adoptó esta definición:

“Se entiende por aficionado a aquel que cultiva el deporte solamente por placer y por los beneficios físicos, morales e intelectuales que del mismo derivan y (...) que no ha competido por premios en dinero o proveniente de entradas, ni ha sido profesor asalariado en algún deporte, que no ha vendido ni empeñado sus premios o que no ha cultivado el deporte por lucro personal”

A pesar de ello ya desde una década atrás, tanto Peñarol como Nacional violaban flagrantemente esta norma al “ayudar” de diferentes formas a sus jugadores más necesitados.

Eso se hizo palpable cuando los campeones olímpicos de 1924, luego de estar en Europa más de tres meses, debieron retornar precipitadamente a Montevideo ante la acusación de profesionalismo de la prensa y la dirigencia suiza. Finalmente este profesionalismo “marrón” se regularizaría, cuando en 1931, se lo hace legal.

La Guerra Fría, que exacerbó la confrontación entre el Este y el Occidente, siendo el deporte parte fundamental de la propaganda de cada bloque, la globalización de las comunicaciones  y la expansión de la influencia en la actividad de las grandes multinacionales, hicieron el resto.

El sociólogo francés y docente de Educación Física Jean Marie Brohm, en su “Sociología política del deporte” ya en 1982, describe al deporte contemporáneo como un sistema productivo:

“(…) hemos subsumido al sistema deportivo y todos sus fenómenos observables bajo el concepto de proceso de producción deportiva para significar, por un lado, que el sistema deportivo depende de un modo de producción económico dado (capitalista) y, por otro, que el propio sistema deportivo produce mercancías muy particulares: campeones, espectáculos, récords y competencias.”

Si acordamos que “el sistema deportivo depende de un modo de producción” y “que (..) produce mercancías muy particulares”, podemos inferir que el mismo tiene todas las características para conformar una producción capitalista y empresarial.

Sin embargo en Uruguay, el sistema deportivo sigue siendo dirigido como a principios del siglo XX, con un criterio artesanal (pre-capitalista) y coherentemente, sus conductores son voluntarios con mucha ardor, entrega, honestidad, etc....pero con pocos conocimientos.

Hoy se impone aplicar al sistema deportivo un formato moderno  y empresarial con adecuada planificación, establecimiento de objetivos a largo plazo, evaluaciones permanentes, cuidando la “producción” de deportistas y equipos, financiación, etc. teniendo en cuenta que sus trabajadores (algunos muy bien remunerados), son en definitivamente eso, trabajadores y ya no el que cultiva el deporte solamente por placer”. Para ello, no alcanza entonces con mucha voluntad, entrega y honestidad.

En el Plan Nacional Integrado de Deporte se insistía en la necesidad de superar esta tremenda carencia de capacitación de los dirigentes, inclusive detectada por ellos mismos que, encuestados, así lo reconocían.

La Secretaría Nacional del Deporte ha comenzado ha transitar ese camino realizándose un curso local en Piriápolis y otro para integrantes de todas las federaciones deportivas en la sede del club Biguá.

En ambos casos, la asistencia fue voluntaria. Sin embargo, hoy en día para la mayoría de la actividades complejas del mundo contemporáneo, se requiere cierto nivel de capacitación obligatoria para poder desempeñarlas con idoneidad.

Así lo entendió Chile que, en su Ley del Deporte (Nº 19.712)  no deja lugar a dudas y, en su artículo 40 F, indica que, para ser directivo de una federación deportiva, es obligatorio, entre otras condiciones (textual) Haber aprobado un curso de capacitación en materias de gestión y administración deportiva, impartido o reconocido por el Instituto Nacional del Deporte”

Es casi obvio que en un deporte camino a su total profesionalización requiere de esta capacitación generalizada en “gestión y administración deportiva”.

¿Podemos mantener aquel sistema centenario y caduco y al mismo tiempo pretender competir internacionalmente?

¿No habrá llegado el momento de requerir de forma obligatoria la capacitación - también en Uruguay - para ejercer la dirigencia deportiva?

 De las respuestas dependerá - seguramente - el futuro de deporte de competencia.

A. G.



Editorial de enero de 2018: La Educación Física en Primaria: cifras y datos que van confirmando un rumbo

Un grupo de colegas obtuvo hace poco  varios cargos de inspección grado 1 de Educación Física en CEIP. Un hecho bien trascendente en sí mismo por ser entre otras miradas la primera vez que ocurre. En nuestro caso  dispara  además, algunas reflexiones, comparaciones, y sobre todo nos acercan a cifras que son reveladoras de las que poco se conoce.
Evoca también nuestra propia experiencia en los patios de escuelas hace tantos años, como tantos de vosotros, quienes leen hoy estas líneas podrán seguramente compartir y constatar que muchas de aquellas necesidades y aspiraciones se ven hoy cumplidas. Para los que recién empiezan su trabajo en Primaria deberán valorar,  preservar y hacer crecer estas cifras por las que  se trabajó tanto. Una confirmación de verdaderas políticas de estado con guarismos que marcan una evolución más que significativa y que más adelante podrán econtrar.
En primer lugar destacar la evolución del concepto mismo de Educación Física, Deporte Escolar etc. y de qué manera se han terminado incluyendo en los organismos estatales de educación pública. Observar como el sustento académico que han aportado los profesores de educación física así como la profesionalización en el ejercicio de su rol docente, ha aportado a la transformación de un sistema cerrado y de organización vertical.
De alguna manera se cumple una frase que le escuchara una vez a un licenciado joven que sostenía un discurso donde  su propósito como profesor era “Abrir la escuela desde adentro” en una clara alusión de pertenencia legitima como educador en el sistema formal.
Para no insistir demasiado en conceptualizaciones en esta época del verano, donde queremos  informarnos rápidamente, mi único aporte será hoy, de manera celebratoria del año nuevo 2018, facilitarles algunos resultados de una rápida navegación por la web del Consejo de Educación Inicial y Primaria. Acerca del estado de situación y de posicionamientos que vienen desde fuera de los profesionales de la Educación Física y que legitiman el convencimiento y compromiso con esta área de la Educación.  Estas citas hablan por sí mismas.
Objetivos Generales y Específicos
Objetivos Generales
·                     Ocupar un lugar preponderante como área de conocimiento integrada al Programa Oficial de enseñanza primaria,  que se preocupa y ocupa por la socialización y trasmisión de saberes esenciales a través del cuerpo. 
·                     Demostrar la capacidad que tiene la Educación Física para “atraer” a los educandos y ser un factor de inclusión y equidad social, motivo fundamental para alentar la asistencia a la escuela/jardín.   
·                     Continuar con el  estudio sobre la distribución de cargos y relevamiento de la necesidad de creación de nuevos ordinales en  nucleamientos rurales, agrupamientos rurales, jardines de infantes, colonias escolares, escuelas especiales, urbanas comunes, escuelas aprender, escuelas de tiempo completo y escuelas de tiempo extendido. 
·                     Generar instancias de intercambio y formación de Profesores, Directores Coordinadores e Inspectores que promuevan una mayor calidad  y eficiencia de la labor en esta  institucionalización de la Educación Física Escolar.
·                     (…..)
    Estado de Situación
               “Mucho hemos mencionado sobre esta área de conocimiento que el CEIP incorporó firmemente a su programa oficial del año 2008 y que, desde la obligatoriedad de la misma en todas las escuelas públicas del país por la Ley Nª 18.213, en noviembre de 2007 generó un impacto y una dirección para los niveles de conducción que obligaron de inmediato a pensar en cómo cumplir con su efectivización e implementación  en todas las escuelas públicas.
               Se dio así un avance  cualitativo, donde se  pasó de tener un rol colateral- extracurricular a tener un rol preponderante en la formación integral del educando formando parte de la currícula oficial.
               Este proceso no se ha detenido en ningún momento, continúa y está en un progresivo proceso de creación, construcción e institucionalización, lo que la ha distinguido de ser una acción gubernamental, a ser una política de estado que comenzó allá por el año 2005...
Resumen Base de Datos
1135 escuelas públicas atendidas con Profesores de Educación Física, (total de escuelas a nivel nacional 2336).
309.757 niños atendidos en Educación Física, (matricula total de niños a nivel nacional: 341.475).
1114 Profesores de Educación Física (929 son cargos efectivos).
8 Inspectores de Educación Física regionalizados.
38 Directores Coordinadores de Educación Física a nivel nacional
Evolución de Escuelas atendidas con Ed. Física Actualizado: 10/7/2017
Año 2005   -   160                                 Año 2017  -  1135
Prólogo de la publicación:
“Lo corporal en el abordaje del uso de drogas” Hacia un enfoque complejo e interdisciplinar en la Educación
Magister Irupé Buzzeti Directora General Consejo de Educación Inicial y Primaria
(…..) “En noviembre de 2007 se crea la Ley 18.213 que universaliza la Educación Física en el Consejo de Educación Inicial y Primaria, considerando que la educación debía ser integral, educar “del cuello para arriba y del cuello para abajo”. En el Programa de Educación Inicial y Primaria del Año 2008, se incorpora el Área de Conocimiento Corporal con una fundamentación que explicita:
              “La Educación Física en este Programa Escolar, se concibe como un Área de Conocimiento que busca intervenir intencional y sistemáticamente en la construcción y el desarrollo de la corporeidad y la motricidad en los niños apuntando a la formación integral de los alumnos. Contribuye a los objetivos generales de la Educación Primaria al trabajar desde el juego y el movimiento, factores básicos para el desarrollo y la construcción de la personalidad del niño.”
              *En el Programa de Conocimiento Corporal se hace referencia a tres grandes campos:
              *El campo del conocimiento científico, con un fuerte encare en la anatomía y la fisiología.
              *El campo de la cultura corporal-movimiento, actividades físicas, recreativas y deportivas.
              *El campo de la Educación Física como asignatura escolar, integrada a los campos anteriores y al Proyecto escolar que siempre es un proyecto de vida de los alumnos.
              El trabajo conjunto del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) con la Junta Nacional de Drogas (JND), organismo dependiente de la Presidencia de República de carácter interministerial, procura articular una intervención educativa con los profesores de Educación Física y los maestros de cada escuela del país, con un Programa Escolar que la habilita desde el campo disciplinar Construcción de Ciudadanía, el Conocimiento de la Ciencias de la Naturaleza y el Área del Conocimiento Corporal. El propósito de este trabajo conjunto es informar y prevenir; educar a los niños y niñas del Uruguay en la importancia del cuerpo como propiedad, del que son los únicos dueños a través de las decisiones que toman.
Conceptos ideas y cifras que como señalamos en el titulo marcan un derrotero con algunos resultados muy satisfactorios. Seguramente algunas voces puedan reclamar con acierto  que aun desde lo cualitativo hay mucho por mejorar.
La responsabilidad de mejora sigue estando en nuestra cancha.
Felicitar a estos colegas por las oportunidades conseguidas y darle nuestro más
fervoroso y amplio apoyo, será nuestra humilde colaboración.
EH


Editorial de diciembre de 2017:¿Profesor o licenciado en Educación Física?

Desde una perspectiva histórica, nuestra profesión aparece en Uruguay a fines del siglo XIX, con la llegada a estas tierras de los primeros colegas de origen italiano, francés y español.

Cuando ya en el siglo XX, la recién creada Comisión Nacional de Educación Física detecta la necesidad de contar con más profesores, inicialmente se le solicita ayuda al argentino Dr. Enrique Romero Brest, para crear en Montevideo un similar de su Escuela Normal de Educación Física de Buenos Aires (y que hoy lleva su nombre).  Dificultades presupuestales hacen que la iniciativa fracasase y en su lugar  se instrumentaría  - en 1913 - un Instituto de Cultura Física tendiente a completar solamente, en el área de las actividades físicas, la formación pedagógica que ya traían maestras normalistas. El experimento tuvo corta duración, pero de ahí surgieron las primeras profesoras que enseñaron en nuestro país.

Será a partir de 1920 y hasta 1936, que se formalizaron ocho cursos breves de donde surgieron, primero maestros “de Plazas de Deportes” y luego, “de Educación Física”.

Como se sabe, a partir de 1939 comenzó a funcionar el “Curso para la Preparación de Profesores de Educación Física”. En 1951 el “Curso” se inscribió dentro del Instituto Superior de Educación Física que en 1966 incorporó a los cursos de Salvavidas (hoy de Guardavidas) y de Entrenadores.

En todo este período se expidieron desde esa casa de estudios “títulos” de Profesor de Educación Física, así como de Guardavidas y de Entrenadores Deportivos. Es decir, se habilitaba a esos profesionales a ejercer sus respectivas funciones reconocidas oficialmente.

En el 2000 comenzó sus tareas el Instituto Universitario de la Asociación Cristiana de Jóvenes y, tal cual lo estable la respectiva reglamentación, comenzaría a expedir “licenciaturas”. Esto se complementaría al año siguiente cuando la Universidad convalidara los estudios del Curso de Profesores de Educación Física Plan 92 con el grado de “Licenciado”, lo que se terminó de instituir cuando en el 2005, el ISEF pasó a la Udelar.

Parecería que con ese cambio desde el “título” de Profesor de Educación Física al “grado” de Licenciado, no hizo más que crear una gran confusión. Al respecto, afirma certeramente el peruano Manuel Ledesma:

Es evidente que existe una confusión total, al no tener la exacta definición de lo que es un grado académico y un título profesional, respectivamente.
Como antecedente primigenio, al surgir las universidades europeas en los siglos XII y XIII, el grado era entonces un paso en el camino de convertirse en un maestro calificado – de ahí la palabra “graduado”, basada en el latín gradus   (“paso”). El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define al grado (en materia de enseñanza) como el “…instrumento que se alcanza al superar cada uno de los niveles de estudio”; y título al“testimonio o instrumento dado para ejercer una profesión”

Esto ha provocado graves “tensiones” entre diferentes colectivos, pues se parte de valoraciones distintas sobre la importancia  - en la formación - de la “creación de conocimientos” por un lado y de la “formación profesional” por el otro. La propia Universidad no se pone de acuerdo, ya que facultades como la de Humanidades y Ciencias de la Educación expiden grados de licenciados, maestrías y doctorados académicos y otras lo hacen con títulos profesionales, como las de Arquitectura o Ingeniería.

El asunto medular parecería ser definir el criterio donde poner el énfasis, si en la formación profesional o en la creación de conocimiento. Sin caer en lo que  - ya hace un siglo - Carlos Vaz Ferreira definía como “silogismo de falsa oposición” es decir, colocar lo complementario como contrapuesto, planteando falsas dicotomías o dilemas.

Pensamos que una de las claves para definir el problema, pasa por tener en cuenta fundamentalmente lo que la propia sociedad reclama de sus egresados, teniendo en cuenta el presente pero, sobre todo, el futuro. Otra, lo que en Teoría de Currículum se denomina Fuente Histórica y Cultural.

Y para guiarnos en ese camino apelemos a datos incontrastables. En un reciente trabajo de asesoramiento, detectamos – basados en el “Listado Nacional de Denominación de Ocupaciones” del Instituto Nacional de Estadísticas y en el “Clasificador Internacional de Ocupaciones” de la OIT – que los Profesores / Licenciados en Educación Física se ocupan en cincuenta y tres funciones. De esas cincuenta y tres funciones, cuarenta y nueve corresponde a tareas profesionales y sólo cuatro a académicas. Esto se corrobora en el Primer Relevamiento Nacional de Egresados del ISEF (2014) donde sólo el 18 % de ellos ha realizado alguna tarea de investigación. Como lo hizo el Instituto, es de esperar que los que realizan o han realizado investigaciones, estén sobrerepresentados por pertenecer a él y seguramente contestaron la encuesta, lo que no pasó con una buena parte de los egresados.. De donde es lícito suponer que ese porcentaje se reduzca sin violentar la realidad, al 10 %.

Parecería entonces irrebatible que la sociedad requiere preferentemente profesionales de la Educación Física. Eso no quiere decir, sin embargo, que no deba atenderse a los requerimientos académicos. Más aún. Si así no se hiciera, el estancamiento disciplinal sería total y nos condenaríamos a repetir acríticamente las concepciones ya establecidas.

A su vez, la fuente histórico-cultural no ofrece dudas: como se ha relatado más arriba, la formación en Educación Física se ha dirigido siempre con prelación a la formación profesional.

Esto deberá entonces verse reflejado en el currículum de formación, so pena de falsear lo que se aspira con esa formación. La propia Ley Orgánica de la Universidad, así lo establece:

“Art.2 -FINES DE LA UNIVERSIDAD -La Universidad tendrá a su cargo la enseñanza pública superior en todos los planos de la cultura, la enseñanza artística, la habilitación para el ejercicio de las profesiones científicas y el ejercicio de las demás funciones que la ley le encomiende”

Si concordamos con esta argumentación, habrá llegado el momento de retomar el criterio según el cual la centralidad de la formación debería referirse necesariamente a las didácticas y a la práctica docente, prolegómenos necesarios e imprescindibles del ejercicio profesional.

Opinamos asimismo que una alternativa válida  - que deberá profundizarse - es la que han resuelto aplicar numerosas universidades en Latinoamérica y Europa. Se trata de otorgar simultáneamente el “título profesional” de Profesor de Educación Física y el “grado académico” de Licenciado, con lo cual se mantienen ambos requerimientos, sin que uno vaya en detrimento del otro.

Cumpliendo asimismo la máxima universitaria de formación profesional (enseñanza), investigación y extensión.
AG

Editorial de noviembre de 2017: Universalización de la Educación Física: Cuando el cuánto es menos que el cómo. 

Se acaban de cumplir 10 años de la universalización de la Educación Física a nivel de la Enseñanza Primaria en el Uruguay, sin duda un motivo para celebrar. Las autoridades de entonces  basadas en un principio de equidad,  introdujeron por vía de una disposición legislativa este concepto que buscaba la integralidad educativa. Seguramente deben sentirse orgullosas con  esta presencia de la Educación Física que la ley marca  en el ámbito educativo.
Lamentablemente, como ocurre con otras tantas leyes, disposiciones  o normas, no se conoce una evaluación cualitativa de las mismas y menos aún si se han realizado controles  de la calidad de esa universalización.
 Aquellas acciones tomadas pretendiendo incluir la Educación Física al sistema educativo básico, parecen haber sido suficientes. Ya se hizo la ley, hemos cumplido!  Sin embargo un acercamiento con mirada crítica  más allá de los números, arrojaría otros datos que no serían  del beneplácito de aquellas autoridades y de los profesionales de la educación física.   Parecen haberse contentado con la implementación cuantitativa. La cobertura nacional ha sido su objetivo más deseado y esta vez no solamente de las autoridades políticas,  sino también  de aquellas vinculadas a la educación, en este caso de Primaria.
Pero el magisterio en todos sus estamentos parece no estar convencido aún hoy de las características singulares de esta asignatura, a la que hay que atender en su verdadera dimensión,  para obtener logros de calidad e incluirla como el agente singular que es, en la educación de los niños. 
La clase y la gestión de la educación física, por lo general, siguen categorizadas  como   actividades  subalternas  a otras calificadas de mayor  rango educativo. En la práctica, no están  incluidas al proceso educativo de los niños, sino agregadas. No existe, salvo excepciones  por parte de maestros el convencimiento genuino, más allá de la corrección declarativa, de un abordaje educativo  desde la corporeidad.
Es probable por tanto, que no conceptualicen la corporeidad, que entiende al hombre como un ser social, desarrollado en un tiempo y espacio determinados, expresándose a  través de la motricidad con  una carga emotiva, sicológica, social y corporal.
Desde lo cualitativo la realidad de hoy parece indicar  que no todos los niños del ámbito público y privado  están recibiendo una educación motriz de calidad.  En lo público,  tal vez por falta de presupuesto pero especialmente en las escuelas privadas, los controles son muy escasos y no se cuenta muchas veces con profesionales formados para la labor docente. Tampoco tienen prioridad en ellos los  estudiantes avanzados que tanto la UDELAR como otras instituciones privadas con rango universitario, siguen despachando  a un mercado laboral complejo y no regulado por ley cuando se suponía que de esto se encargaría  la demanda. 
Es bastante común en este contexto, que los puestos previstos para  profesores de Educación Física titulados, sean tomados por personas sin  formación pedagógica, en el mejor de los casos animados sólo por la pasión del deporte, no precisamente educativo.
Imaginemos por un instante que las escuelas tanto privadas como públicas,  no dispusieran de maestros formados en los institutos de formación docente.  Seguramente sobrevendría un escándalo con considerable  alarma pública. No ocurre lo mismo con nuestra profesión. ¿Porque?
Sabemos del esfuerzo de los profesores y licenciados por acompañar e incluirse al sistema, sabemos de la capacitación, de los concursos y lo que  esto significa en la formación de todos los actores, ya sea en docencia directa o cargos de gestión, pero creemos que el magisterio también debe aprender. Aprender que se debe trabajar en equipo, que  cuando más heterogéneos sean, más rica será su producción; que el abordaje educativo puede y debe ser realizado por múltiples actores del colectivo docente.
Parece interesante definirnos como “maestros del cuerpo” como le gusta hacerlo a nuestro colega Mariano Giraldes, ya que se pretende reivindicar en primer lugar a un tipo de educador cuyo objetivo se encuentra en esa dimensión humana, pero al mismo tiempo la idea de cuerpo, se extiende hacia un concepto más amplio que es el de  corporeidad y la motricidad.
Sabemos que está en curso una evaluación de  este primer tramo de la Universalización de la Educación Física por parte de la SENADE y  por otra parte que este proyecto incluía una segunda etapa, donde se planificarían una serie de medidas complementarias, como la formación de recursos humanos, asesoramiento, material didáctico, entre otras.
Todas estas medidas son válidas - aunque tardías - pero se tiene la esperanza de un proceso de inclusión mayor por parte de los colegas maestros, directores, inspectores del magisterio y sobre todo de un compromiso en la evaluación  educativa, con una mirada  inclusiva de la Educación Física al currículo escolar.
           Todas las reformas tienen que ver con aspectos ideológicos fuertes que sustentan el cambio en la medida que todos los actores lo comprendan. Ésta también. No alcanzará seguramente con un colchón nuevo  o tres pelotas, que ciertamente sirven y facilitarán la tarea. No alcanza tener un profesor en cada escuela  ya que no es únicamente  un problema de número de escuelas atendidas, sino de cómo están atendidas.
Lo del título.
EH


Editorial de octubre de 2017: Comprender de qué se trata.

Desde hace más de treinta años se discute entre docentes e investigadores sobre los diferentes métodos de enseñanza de los deportes, especialmente de los colectivos. Esto viene a cuento a raíz de algunas reflexiones que nos provocó la disertación sustanciosa (pero quizás demasiado breve) del colega argentino Prof. Raúl Gómez, en el Encuentro de Estudios sobre Deporte realizado a principios de setiembre en el ISEF.

Fueron los ingleses Bunker y Thorpe (1982) que - dividiendo los juegos en los de blanco y diana, bate  y campo, cancha dividida y muro y los de invasión - propusieron variar los procesos de enseñanza del deporte, desde el anterior énfasis de un comienzo analítico en la técnica, a empezar el aprendizaje por los aspectos globales tácticos y estratégicos.

Este cambio de enfoque fue conocido en estas regiones por los textos de Bayer y de Blázquez Sánchez, si bien vale recordar en este sentido las propuestas contemporáneas en nuestro país de los “juegos pre-deportivos de base común” (Hornos) que – partiendo del handball - se  extendían a otros deportes colectivos.

En la llamada “metodología tradicional” se partía del siguiente razonamiento: para poder jugar a un deporte hay que dominar previamente cada uno de las partes o habilidades (“fundamentos”) que lo componen. Por eso se hacían largas series  de driles, multiplicando las repeticiones de cada habilidad o parte de ellas.

Este modelo, también llamado técnico,

“…se basa en dividir el deporte en gestos o habilidades deportivas, sacarlas de su entorno para su aprendizaje, y posteriormente, una vez aprendidas, utilizarlas primeramente en situaciones modificadas del juego y posteriormente en el contexto real del juego, independientemente de la edad y de las características de los jugadores” (Ponce, 2007)

Muchos de nosotros aprendimos algunos deportes de esta manera. Pero también en otros  tantos, fracasamos.

Muchas investigaciones trataron de dilucidar las razones de esta dualidad. Y llegaron a algunas conclusiones que, pensamos, deberíamos tenerse en cuenta en nuestra tarea de enseñantes de la Educación Física. Sin pretender  - claro está - abarcar todo el abanico de factores (que es muy amplio), señalaremos algunas de las conclusiones a que se ha llegado.

Parecería que uno de los aspectos fundamentales que facilita el más viable abordaje de un deporte por los aprendices, tiene que ver con la cultura de su entorno y/o por su experiencia anterior. Al decir de Gramsci, cultura es “… ejercicio del pensamiento, adquisición de ideas generales, hábitos que deben conectar causas y efectos.”

Sería por ello que los niños, adolescentes y jóvenes de determinados países, localidades o grupos sociales tienen preferencia por determinadas prácticas deportivas y no lo tienen por otras. Es que posiblemente se alineen por esas “ideas generales” y por los “hábitos que deben conectar causas y efectos”.

De esta  comprobación se pueden sacar algunas deducciones. Para estar predispuesto a aprender un deporte con mayor facilidad, habría que orientarse hacia:

- Un conocimiento previo de las reglas o de la lógica fundamental del juego.

- La necesidad de conectar los nuevos aprendizajes con los conocimientos previos que tiene el alumno. Esos conocimientos debería abarcar los motrices (programas motores anteriores), los tácticos y estratégicos, los reglamentarios y si corresponden, los antecedentes y los procesos de progreso histórico de cada deporte. La clave estaría en que se puedan establecer transferencias positivas hacia la nueva práctica.

- La utilización de juegos simplificados o reducidos. Acá habría que tener el cuidado de que esa reducción (en cantidad de jugadores, en espacios o en la simplificación de reglas) no signifique vulnerar la lógica del juego. Es sabido, por ejemplo, que eso pasa frecuentemente con el fútbol infantil, donde la reducción del espacio de las canchas hace que el juego se modifique sustancialmente y difiera bastante del “juego de 11”.

- La real posibilidad de que sean los propios aprendices los que puedan abordar la resolución de los problemas que presenta el juego. Generalmente es el docente o el entrenador el que hace el cambio o el ajuste cuando lo estiman conveniente: “tu adelantáte, cambia con María de puesto, pasásela a José, ustedes marquen de esta manera….” Casi nunca les damos la oportunidad de que sean los alumnos los que busquen - por ellos mismos - las soluciones.

- El manejo frecuente de lo que se ha dado en llamar “aprendizaje en espiral”. Éste consiste en que, respectando lo afirmado más arriba, se pueda recurrir a aprendizajes de habilidades aisladas o parciales cuando se entienda pertinente (si, utilizando driles), volviendo luego al juego global en un proceso dialéctico y combinado.

- La presencia permanente y sistemática del juego, evitando las largas repeticiones que son interpretadas más que nada como “trabajo”. Como afirma un estudio realizado en la Comunidad de Madrid “Sin esa dimensión lúdica, el chico o la chica adolescente se aburre y tiende a abandonar el deporte y a buscar otras actividades de ocio más entretenidas”.

Según una especialista en psicología infantil, “(…) a veces, los niños tienen la sensación de que no les gusta hacer deporte simplemente porque no acaban de entender de qué se trata”. Esta sensación la hemos comprobado cuando algunos adolescentes afirman de su extrañeza porque les “mandan” hacer tal o cual actividad motriz sin darle mayores explicaciones (y a veces, ninguna).

Es que muchas veces los docentes o entrenadores suponemos que todas las actividades que proponemos deben gustar y motivar a nuestros alumnos, solamente basándonos en nuestras propias experiencia e intereses. Y no es así.

Quizás sea este otro factor frecuente de alejamiento de niños, adolescentes y jóvenes de las actividades físicas: no las comprenden.

Sería responsabilidad de nosotros, los enseñantes, el robustecer todos los mecanismos que refuercen la adhesión de nuestros alumnos a la actividad física, sea cual sea, deportiva o no. Y estas serían algunas de las posibilidades.

Significativamente, la propuesta de Bunker y Thorpe se denominó “Enseñanza de los juegos por la comprensión” y se le reconoce por el acrónimo TGfU.
De eso se trata.

A.G.

 Editorial de setiembre de 2017: Hoy Paramos por la libertad creativa!!
¿Cómo reaccionar frente a la cada vez más grande y preocupante  deserción estudiantil y  frente a la poca adhesión que manifiestan los jovenes en general, tanto en las aulas como en otros espacios en relación a una Educación Física de contenidos diverso?
Nos parece más que interesante  reflexionar sobre nuestras propias prácticas. Acerca de la responsabilidad que nos correspondería  en el hecho de que  la Educación Física no sea una asignatura querida por los estudiantes. Parece imponerse un análisis introspectivo de nuestro compromiso como docentes en relación a la visión que tienen los adolecentes sobre nuestras prácticas, la educación física y el deporte.
¿Qué  caminos nos condujeron hasta aqui? ¿Qué necesidades no se vieron satisfechas para estos muchachos y muchachas  através de los contenidos y metodologías que dispusimos hasta ahora en el ámbito educativo?
¿Nuestra formacion profesional  responde a las necesidades reales  de nuestros jovenes en edad liceal? ¿Nos brinda un amplio espectro de herramientas para nuestras propuestas, o nos interesa solamente lo vinculado a lo deportivo?
¿Podría identificarse una debilidad en nuestras capacidades motivacionales?
¿Los escasos e inadecuados recursos didácticos podría condicionar nuestras ofertas?
¿Integramos en nuestras intervenciones pedagógicas cotidianas otros elementos  más allá de los contenidos formales, estipulados por los programas?¿Son nuestros estilos de enseñanza demasiado impositivos y no damos lugar a la participación creativa de nuestros alumnos?
¿La cultura imperante y hegemónica nos demanda rendimientos deportivos?
En alguna esquina del tiempo y frente a estructuras impuestas y demandantes de logros deportivos se descartaron formas alternativas del desarrollo motor en nuestras clases. En algún momento descartamos los aspectos expresivos en nuestro quehacer. Dejamos de integrar creativamente estímulos y recursos provenientes de otras  áreas en las propuestas cotidianas.  
La libertad creativa se desarrolla a partir de  múltiples enfoques expresivos,  en etapas diversas de la formación de la personalidad del niño y jovenes. Desde el Jardin de Infantes -época bien fructífera en este sentido-, se extiende a Primaria, donde  transcurre en los tres niveles y se va desavaneciendo hasta llegar a la Educación Secundaria donde prácticamente desaparece.
¿Qué lugar ocupa en nuestras intervenciones  el desarrollo  de lo  rítmico-expresivo?
¿Utilizamos las estructuras rítmicas propias de los jovenes en nuestras clases para hacer más vívidas nuestras propuestas? ¿Porqué no usar más frecuentemente los ritmos, las danzas de los adolescentes y a partir de ahí estimular un crecimiento expresivo a través del movimiento? ¿Tenemos preconceptos acerca de estas formas populares de danza o movimientos?
Parece no estar presente una visión holística, integradora, de un joven  cada vez más sujeto a propuestas de diferente origen, que  llenan sus necesidades con mayor eficacia y regocigo que las nuestras. No las utilizamos generalmente en nuestro ofrecimiento pedagógico.
¿Nos falta libertad en la propuesta? ¿Nos falta pasión, certezas mínimas para romper esquemas de pensamiento impuestos por lo hegemónico del momento?  
Nuestro sistema educativo se está haciendo progresivamente más permeable a las demandas de un deporte  estandarizado. Entre otros agentes generadores de cultura,  los medios de comunicación masiva no se apartan de lo conocido, de lo que consideran seguro en la captación de públicos. Adheridos a políticas de no innovar, como en otros aspectos de la cultura, la TV como el medio de mayor penetración y generador de tendencias, no tiene ofertas nuevas, ni siquiera acompaña el desarrollo de deportes que no sea el fútbol y por temporadas, el basquetbol.
Los jóvenes se permean así de estas estructuras motrices estrictamente regladas de los deportes que ven en pantalla. Cuanto  menos amplia sea la oferta televisiva, más restringida será la curiosidad hacia otras formas menos convencionales de movimiento.
Lo expresivo - de por sí mirado sospechosamente para los varones – parece no ser visible en la oferta motriz adolescente. Sus movimentos  son percibidos en función de un  concepto de género que estereotipadamente  le brinda una sociedad que no genera libertad expresiva.
Muchas veces por no apartarnos de programas establecidos, masificamos una oferta que no incluye a todos, a pesar de un fuerte discurso inclusor, dejamos también nosotros que las diferentes competencias de nuestros jóvenes queden inexploradas. Coartamos sus oportunidades de desarrollo. No atendemos a  sus expectativas idividuales.
El campo de estudio de la corporeidad hoy  ha extendido  sus fronteras: por un lado las áreas vinculantes con la salud, la educación, las ciencias sociales, la sicología y llegaría así hasta  el otro confín donde el  arte en sus multiples expresiones forja el cuerpo expresivo. 
También nos preguntamos si la vocación que lleva a los estudiantes a la formación profesional como recursos humanos en Educación Física,  es tan diversa que alcanza a contener estos aspectos.
¿Podría pensarse que por circunstancias de un campo laboral seguro, muchos profesores  se inserten en el ámbito de la enseñanza sin sentir una verdadera vocación por la enseñanza? ¿Sería éste otro argumento el que justificara la falta de compromiso creativo?
La capacidad creadora ha resultado desde siempre ser parte de un discurso inconcluso en la educación física. Haciendo un poco de historia no debe olvidarse que los objetivos básicos de la Educacion Física al principio de la década de los 70; la Formación Corporal, la Formación del Movimiento, el  Aumento del Rendimiento y  la Creatividad quedaron más tarde reducidos a dos.
La academia uruguaya  limitó  entonces los objetivos del área  exclusivamente  a los primeros ya que los dos últimos estaban, decian,  fuera de nuestra área específica, argumentando pertenecer uno al area del entrenamiento y el otro a las actividades teatrales y de la expresion corporal.
Seguramente en búsqueda de un purismo radical, dejaron de mencionarse y  aplicarse. Tal vez también por tener entonces  una visión limitada de la Educación Fisica, no las incluyeron dentro de las capacidades motoras  de la Educación Física. Tal vez ese haya sido el inicio del fin de nuestro compromiso con la cratividad.
Así entonces, de la mano de las rutinas en la concepción de las clases, la falta de estímulos hacia la investigación creativa, la desaparición de los foros de interculturalidad, asi como el predominio de conceptos donde  lo lúdico, las ejercitaciones técnico-gimnasticas, la actividad deportiva fueran tratados como estancos; desplazó a la creatividad como  objetivo constituyente de nuestras prácticas. Se bloquearon así las  oportunidades de  una resignificación de todos estos conceptos en nuestras praxis. Al tiempo que la sociedad  se tornaba cada vez mas funcional y demandaba  rendimientos estandarizados y comparables, con normas que determinaban éxitos o fracasos, aquellos objetivos menos tangibles  fueron dejándose de lado.
Hoy pretendenos reivindicar, alzando viejas banderas,  a aquel cuerpo  vinculado al alma, al cuerpo expresivo, al trabajo  que busca en lo creativo  otra herramienta para el desarrollo pleno de su sabiduria.
Todos al paro!
EH

Editorial de julio de 2017: Breves apuntes hacia una política de deporte comunitario (Enésima versión)

Los cambios sociales se construyen en general con la ruptura de modelos tradicionales, de paradigmas establecidos, que serán sustituidos por otros  que a su vez cíclicamente volverán a cuestionarse y echar a andar otras visiones. Estos vaivenes sociales generan una resistencia que se manifestará de diversas maneras  y la sustitución  de otra cultura se hará difícil de instalar, demandará seguramente bastante tiempo. Algunas de las instituciones de la sociedad deberán intentar impulsar desde sus ámbitos de competencia respectivos esos cambios o interpretar las señales de transformación que esa sociedad está realizando.  Su misión será ofrecer permanentemente nuevas oportunidades de pensar y llevar a cabo esos  nuevos paradigmas, interpretar las tendencias sociales y discernir entre ellas las más valiosas para la población en términos de desarrollo y bienestar a largo plazo.  
En el caso del deporte esa misión sería indagar acerca de una nueva manera de pensar y poner en práctica el deporte, desde otra mirada axiológica, con  un Estado preocupado por la participación, el conocimiento y la práctica de las actividades físicas de su población. El ciudadano como centro de esas preocupaciones y sujeto de derecho a las prácticas corporales saludables inclusivas, no competitivas y socializantes.
Una vez decidido el rumbo, establecer una política paulatina y permanente   de reforzamiento del concepto de la actividad física, del desarrollo y mantenimiento de la salud como obligación del Estado, no delegable en otras instituciones médicas público-privadas, que si bien colaboran a la salud de la población, no deberían arrogarse un rol protagónico exclusivo. Existen instituciones estatales cuyo cometido principal es la elaboración de programas de actividad física.  La gestión de las actividades deportivas de carácter nacional no es un cometido médico exclusivo. 
Debe responderse a la necesidad de una definición y alcance del concepto deporte a través de una ley nacional donde se establezca que las prácticas corporales son expresión y competencia  prioritarias de políticas de estado.
Llevar a cabo en este sentido, entre otros emprendimientos, una Campaña Nacional de Deporte Saludable donde el concepto no sea el clásico de la competencia individual o grupal sino que se promueva e internalice en la ciudadanía aquel de mantenerse activo y en buen estado de salud. La revaloración de la salud y del entrenamiento personal, la superación de uno mismo más allá de la superación de marcas estandarizadas preestablecidas como límites del éxito y del fracaso, estaría en el centro de esta nueva cultura de las actividades físico-deportivas. Algunas ideas a aplicar podrían ser las siguientes:
- Las federaciones deportivas en forma particular pero también dentro de una acción más global coordinadas e impulsadas por los distintos  estamentos/niveles de gobierno, podrían gestionar actividades donde el valor estaría en la cantidad de sus practicantes, en la masificación de su deporte antes que en el rendimiento  exclusivamente.   Cada organización deportiva debería gestionar un área de deporte de carácter social dentro de sus obligaciones institucionales para la de difusión de su  deporte particular. El estado debería estimular esa masividad con recursos diversos.
- Difusión de los beneficios de la práctica de ejercicios  físicos con espacio radiales, en prensa escrita, páginas web, televisión pero  fundamentalmente por las diferentes redes sociales que incluyan programas concretos de práctica, ejercitaciones en espacios cerrados o al aire libre. Crear aplicaciones para celulares como vehículo de intercambio de información y control  de los espacios y programas en curso.
- Facilitar a los jóvenes  las prácticas corporales estableciendo convenios con clubes y la enseñanza pública. Estudiar la creación de un Fondo Nacional de Deporte (FONADE) a imagen y semejanza del FONASA.
- Estimular el uso de los  aparatos de práctica libre con cartelería con dosificación y datos de entrenamiento. 
- Crear nuevos aparatos en madera más amigables, de fácil  construcción orientados hacia los más pequeños construidos en instituciones educativas o en centro de recuperación.
- Parques de ejercitación aeróbica alrededor de las instalaciones de  estos aparatos. Estimular la autogestión de este tipo de instalaciones.
- Implementación de un Programa Nacional de Acondicionamiento Físico para diferentes edades, que garanticen la generalización de actividades físicas de diferente tipo para un amplio marco etario. Participar en esta revaloración de la actividad deportiva a empresas de seguro médico, laboratorios de productos eficaces para el movimiento humano  y Ministerio de Salud Pública, entre otros actores interesados.
- Efectivizar los diferentes convenios interministeriales o con otras esferas de gobierno  (Intendencias) hacia un  enfoque territorial integrado y coordinado de los ofrecimientos deportivos, que estimule las acciones coordinadas y no la superposición de esfuerzo y recursos. Abrir más espacios públicos para la gestión controlada de actividad física para quienes las necesiten.
- Restablecer la discusión acerca del concepto de ejercicio físico complementario o compensatorio en el lugar de trabajo. Fomentar nuevas formas de  “Deporte empresarial”
- Establecer contenidos mínimos  nacionales dentro de la planificación de ofrecimientos recreativo-motores  en  Plazas de Deportes y espacios deportivos públicos, que establezcan una coherencia de objetivos a nivel nacional según las pautas del PNID.
- Extender a nivel nacional las denominadas “Plazas de encuentro” cuya implementación en Montevideo ha sido muy exitosa como oportunidad de convivencia ciudadana. Echar una mirada atenta (como investigación sistemática) a las movidas sociales que nos marcan tendencias de lo que los barrios quieren como espacio autónomo recreativo y cultural. Liberar espacios de autogestión. 
- Incentivar la bicicleta como cultura alternativa regulando sus derechos y obligaciones. Interacción de la Educación Física y el Deporte como eficaz vehículo en acciones de transversalidad educativa en políticas de convivencia,  género, prevención de problemas posturales, ecología, urbanismo y seguridad y  prevención de accidentes de tránsito.
En fin, comenzar a transitar otras sendas “alternativas” del Deporte para la gente, para la  mayoría de la gente alejándonos de la visión exclusivamente competitiva (que no obstante deberá existir) aunque no como alternativa preponderante de un gobierno de izquierda.
La creación de una nueva cultura significa romper con paradigmas establecidos, arraigados en el colectivo como verdades absolutas, vendidos por otra parte desde siempre por una prensa con poco vuelo, muy básica en lo conceptual y donde las posibles otras alternativas no aportan agua a sus molinos.
La obligación de un gobierno comprometido con la salud de su pueblo es no dar más  consentimiento a lo que pide la tribuna y aceptación de la rutina continuista. Como la prensa no dará lugar significativo a estas nuevas, expresiones “subvaluadas” del Deporte, habrá que crear  otros espacios de resonancia, crearse los propios canales de vinculación con la gente  que según la tendencia actual ya no son los tradicionales: las ya famosas redes sociales.
Se trata de romper con los conceptos tradicionales, de trascender lo inmediato, de innovar, de crear y creer que se es capaz de  cumplir con el mandato histórico de transformación de la sociedad.    
EH


 Editorial de junio de 2017: A las vueltas con la descentralización
José Batlle y Ordóñez, enseguida que dejó su segunda presidencia en 1915, se incorporó activamente  - y lo hará por los siguientes cuatro años - a la Comisión Nacional de Educación Física. Su primera iniciativa fue la de proponer la organización de Comisiones Departamentales de Educación Física.
 Hay consenso en los historiadores de que el batllismo proponía para su “país modelo” una profundización de la participación ciudadana, yendo desde una meramente electoral hacia una “participación ampliada”. Un lugar importante en ese sentido lo constituyó su confianza en el desarrollo de la gestión local.
 Coherente con esto, Batlle y Ordóñez impulsó que el deporte y la educación física, en los departamentos y en los barrios, fuesen dirigidos por organismos colectivos integrados por los más relevantes actores locales.
 Textualmente, la propuesta de Don Pepe, cuando se discutía la integración de las comisiones locales de Educación Física, fue así:
“El Sr. Batlle y Ordóñez manifiesta la conveniencia de aumentar el número de sus componentes, debiendo formar parte de esa Comisión “ex oficio” (Nota: por el cargo detentado) los presidentes de las Juntas Administrativas, el Intendente Municipal, el Jefe Político, el médico del Servicio Público, el Inspector de Escuelas, el Jefe de la Inspección Técnica Regional, eligiéndose otros ciudadanos para completar esta lista hasta el número de once” (Acta de la CNEF del 7 de setiembre de 1915).
Las potestades de estas comisiones serían muy amplias y con importante autonomía en la gestión, aunque siguiendo los lineamientos generales del Organismo.
En el articulado de la reglamentación respectiva se determinó que

“Tendrán a su cargo la administración e inversión de fondos que se le asignen, los que obtuvieran del concurso popular o privado y los que otro arbitrio cualquiera pusiese a su disposición para los propósitos de su establecimiento” (Art. 6º)

Previamente se había establecido que su misión era la de “(…) secundar las finalidades de la CNEF” (Art. 4º)
Estos cien años transcurridos hicieron que – especialmente por presión de una burocracia técnica muy persistente -, se le fueran restringiendo sus potestades hasta que actualmente se tratan de meras comisiones de apoyo, limitadas a recaudar dinero y a alguna otra tarea auxiliar, sin intervenir para nada en el logro de los “propósitos de su establecimiento”.
Esto viene a cuento, en la medida de que se está desarrollando un proceso de transferencias de plazas de deportes al ámbito local o departamental. Como esas transferencias tienen carácter diverso, nos interesa analizarlas en algunos aspectos que las caracterizan y diferencian.
Tomaremos - para simplificar - dos experiencias bien desiguales: una es la de Tacuarembó y la otra la de Juan Lacaze.
En el caso de Tacuarembó, la SND le entrega a la Intendencia directamente la gestión de la Plaza, para que está la integre dentro de sus servicios. La comunicación oficial dice así:
“La Secretaría Nacional del Deportes y la Intendencia de Tacuarembó suscribieron un convenio mediante el cual ambas partes se comprometen a trabajar en conjunto en el marco del proceso de transferencia de la gestión a la comuna, de la plaza de deportes de la ciudad de Tacuarembó” (página web de Presidencia. 25.6.2016). 
En el caso de Juan Lacaze la solución va por otro camino. La gestión estará a cargo de un Consejo de Deportes local donde convergerán representantes de un amplio espectro de actores locales (ligas deportivas, clubes, centros educativos, deportistas, etc.) junto a las autoridades locales, municipales y nacionales. En este caso, la comunicación oficial informa:
“(…) se firmó el compromiso de  transferencia de la Plaza de Deportes de Juan Lacaze al Municipio de esa Ciudad. Estas instalaciones se transformarán en un parque de esparcimiento saludable al servicio de la comunidad local, que contará con un Consejo de Deportes que integrarán representantes de Ligas, Clubes, Centros Educativos y deportistas de dicha ciudad con el fin de fortalecer la participación ciudadana y el desarrollo del deporte comunitario” (pág web de la Secretaría Nacional del Deporte)
Ambas soluciones se enmarcan en el concepto clave de “descentralización”. Parece además que habría una cierta unanimidad política en torno a su conveniencia.
Pero si seguimos al argentino José Luis Coraggio percibimos que este término tiene diferentes connotaciones y que tal unanimidad, no es tal. Afirma en este sentido, que hay dos corrientes que difieren frontalmente en sus concepciones, pero que comparten la misma denominación: descentralización. Una sería una “propuesta neoliberal” y la otra sería una “propuesta democratizante”.
La primera, la neoliberal se basa en un criterio economicista, ejecutada especialmente desde el eje administrativo, radicando su médula en la transferencia interestatal o a terceros (sociales o privados), siendo el foco de la argumentación, la mejor eficiencia que tendrían aquellos que operan más cerca de los usuarios, combatiendo de esta manera el excesivo burocratismo que caracteriza a los sistemas centralizados,. 
La segunda, denominada por Coraggio “democratizante”, centra su propuesta en lo político, adquiriendo suma relevancia el ejercicio del poder a nivel local, comunitario,  privilegiando una conducción democrática donde la participación, el desarrollo de ciudadanía y la autogestión ocupan el centro del escenario.
Si examinamos la solución de Tacuarembó, parecería que se acerca más al primer modelo. Se trata de una transferencia dentro del propio Estado donde la gestión pasa de estar centralizada en la SND a estar centralizada en la Intendencia respectiva.
En la segunda opción, la de Juan Lacaze (mucho más cercana a la idea de Batlle y Ordóñez), se intentaría que sean los diferentes actores institucionales locales representativos,  los que asuman esa responsabilidad. En este caso, se estaría privilegiando una más genuina participación comunitaria.
Esta diferencia no es menor. El  tema no es menor. Nos parece que según se recorra uno u otro camino, se determina el modelo a seguir. Porque una y otra solución transitan por formas distintas que denotan enfoque culturales claramente diferentes.
“De lo que se trata, en suma, es de emprender un proceso de transformación cultural, de creación de nuevas formas de poder social y de una nueva vida social”
(José L. Coraggio “La descentralización. El día después...” Cuadernos de Postgrado, Serie Cursos y Conferencias, UBA, Buenos Aires, 1997)
Ni más ni menos.
A. G.

Editorial de abril de 2017:El Consejo Asesor Académico del Deporte: Una necesidad

En el editorial anterior (marzo de 2017) se insistía en la importancia de que no caiga en el olvido el Plan Nacional Integrado de Deporte (PNID). En esta insistiremos en otra experiencia exitosa que debería retomarse.

Nos estamos refiriendo al Grupo Asesor en el Ámbito Académico y Profesional del Deporte que fuera convocado en la anterior administración del Ministerio de Turismo y Deporte (específicamente en el 2014) y que Nexo Sport tuviera el honor de integrar.

En esa oportunidad, fue requerida la presencia de instituciones públicas y privadas dedicadas a las formaciones de recursos humanos (ISEF, Facultad de Ciencias Económicas, IUACJ y CLAEH), los representativos profesionales (Profesores de Educación Física, Sicólogos Deportivos, Médicos del Deporte, etc.), la repartición especializadas en la supervisión de la formación de personal de la DINADE, las publicaciones especializadas, etc.

En un ámbito de reflexión y producción académica se estudió especialmente los temas de la formación profesional en la Cultura Física y las habilitaciones que el Estado otorgaría en ese sentido.

Como ejemplo de este fructífero proceso, una de las comisiones de estudio finalizaba su informe de esta manera:

“Finalmente, reconocer la necesidad de cuando se formulen medidas relacionadas con esta formación, esta abarque las diferentes tareas y roles del campo de la Cultura Física, es decir del deporte, la recreación y la educación física en el sistema educativo. Nos estamos refiriendo a las tareas educativas, de rendimiento, comunitarias, de gestión,  relacionadas a la salud, a la comunicación, a las tareas auxiliares (arbitraje, mantenimiento, infraestructura, administración, etc.), las  que pueden ser ejercidas tanto por personal profesional como por voluntario, debiendo ser esta formación especialmente adaptada para aplicarse a distintos los contextos y realidades”

Pensamos en este sentido que la existe un amplio potencial de colaboración en las entidades y personalidades destacadas, el que puede ser de gran beneficio para el desarrollo de la acción gubernamental en el deporte.

Esas entidades pueden encontrarse  - además de aquellas que son específicas de las instituciones de enseñanza superior dedicadas a la formación de recursos humanos en el área, las sociedades científicas y gremios profesionales representativos de las especialidades que desarrollan su labor en el sector - en delegados de los gobiernos locales y departamentales, de las organizaciones del sistema federativo nacional, de los clubes polideportivos y de toda otra institución y/o personalidad que se estime pertinente para el desarrollo deportivo nacional.

Los objetivos de este Consejo Asesor podrían ser:

-          Asesorar a la Secretaría Nacional del Deporte de todas las cuestiones de carácter técnico y académico que se encaminen al desarrollo del deporte de competencia, la educación física en la enseñanza y de la actividad deportiva comunitaria.

-          Proponer los proyectos, actividades y acciones que entienda pertinente para el mejor cumplimiento de estos fines y/o de los establecidos en el PNID.

-          Entender en aquellos temas que la SND estime pertinente, en especial sobre la formación de recursos humanos en el área.

-          Colaborar en la organización de aquellas actividades que permitan el desarrollo de la cultura física.

-          Asesorar a instituciones públicas, sociales y privadas sobre aspectos que se estime valioso para la consecución de estos fines.

Experiencias que también son de recibo fueron los de la comisión asesora que dirigió el primer tramo del Proyecto “Gol al Futuro”, así como la amplia convocatoria alcanzada en el desarrollo del llamado “Proyecto Piloto La Paz”, los que se convirtieron en buenos antecedentes de participación que fundamentan positivamente esta posibilidad de cooperación de la sociedad civil.

También se encuadra en la misma línea, lo establecido en la “Visión” de Plan Nacional Integrado de Deporte. En este aspecto se pretende responder a la pregunta de ¿cómo nos gustaría ver el deporte uruguayo dentro de, por ejemplo, 10 años…?  Y, para ello, se propone:

“Un modelo organizativo que articule de manera ordenada, plural y sustentable la participación de todos los actores públicos y privados del Sistema deportivo, con un importante alineamiento de políticas y estrategias

Esta iniciativa a su vez, concuerda casi textualmente con lo establecido en el Programa de la fuerza de gobierno, el Frente Amplio. Allí se sostiene la necesidad de

“Alcanzar un modelo institucional que articule de manera racional, ordenada, plural y sustentable la participación del estado y de todos los actores en el sistema deportivo”

Por todo esto, esperemos que se vuelva a abrir este espacio de participación, necesidad impostergable – como otros similares - para alejarse de la posibilidad de que un organismo gubernamental como el que nos ocupa pueda quedar aislado, colonizado por un cierto ensimismamiento en la gestión cotidiana, perdiendo de vista los lineamientos generales y los aportes que pueden proveer los que viven la realidad externa, siempre rica, variada y cambiante.

Nosotros, estamos dispuestos.

AG.

Editorial de marzo de 2017: A la búsqueda de un plan estratégico (2012 - 2018)

A los efectos de buscar información acerca del Plan Nacional Integrado de Deporte que recordamos como un documento valioso de diagnóstico, e incipiente Plan Estratégico de Deporte (2012 2018) consultamos la Página web de la Secretaria Nacional de Deporte.
Con sorpresa y alegría encontramos una muy buena información periodística, un muy buen y práctico diseño para su consulta, (http://www.deporte.gub.uy/) que ha significado un progreso considerable en la comunicación institucional, comparado con aquel modesto  pizarrón que nos esperaba en el Hall central del primer periodo de la ex DINADE.
Saludamos con beneplácito esta instancia de comunicación y recomendamos al lector su visita. Allí podrán enterarse de noticias y eventos trascendentes en la vida deportiva del país de los que lamentablemente si no son levantadas por los medios masivos de comunicación, jamás se enterarán. Estos medios responden casi siempre a las actividades deportivas que resultan de interés a sus  usuarios, quienes consumen un tipo de conocimiento de menor exigencia excepcionalmente vinculados a los procesos o políticas  de desarrollo.  
Encontrarán eventos, convenios y programas  de cooperación con otras instituciones y actores muy importantes para la creación de opinión publica  (entre ellos natación en las plazas de deporte y  Surf en las playas)   excelentes iniciativas concretas a mediano y largo plazo, que sin embargo no serán de conocimiento y valoración  masivos.
Una vez de ese deslumbramiento inicial nos damos cuenta que la página no está diseñada para un tráfico  de ida y vuelta, no se pretende lograr una construcción colectiva o participativa  de quienes le interese hacerlo. El Twitter no parece una herramienta generalizada, y si lo es, no ofrece la mejor oportunidad de participación cuando su característica nos limita a los 140 caracteres. Bajo estas circunstancias parece difícil exponer con claridad ideas que pretendan ir más allá que el comentario rápido y poco trascendente.   
No dimos con lo que buscábamos, el deseado PNID, observamos sin embargo algunas debilidades, como por ejemplo que la información de actividades en las plazas de deportes no puede limitarse a la ubicación geográfica  y teléfonos. Quien querría hacerlo de esta manera!!! Más interesante y valioso sería  enterarse de sus programas, sus actividades etc. de una manera más “moderna” la publicación de sus Páginas web, por ejemplo y si no las hay sencillamente creárselas. Interactuar, dejar opinión en fin, conocer sus múltiples y seguramente diversas  realidades.
Muchos espacios están aún sin información, no se pueden leer por ejemplo el organigrama, ni la agenda, ni lo referido al Dialogo social, tampoco se informa de los antecedentes vinculados al deporte de los integrantes de la Secretaria. En muchas de las ventanas no se despliegan los ítems anunciados y si existen contenidos, la mayoría  resultan ser enunciados teóricos, ni siquiera proyectos,  sin vínculos de implementaciones prácticas, como una forma de cumplir con el espacio previsto. Siempre es un camino de ida, sin posibilidad de feedbback de sus destinatarios. Más información que participación 
Parece faltar el espíritu de aquel “gran oído” que se desarrolló  para nuevas propuestas del Primer Congreso Nacional,  con el que se inauguró el primer período del Frente Amplio  en la gestión del deporte nacional. Se debería diseñar una forma más moderna, efectiva para la gente y de esta manera dar a conocer mejor  las diversas y excelentes actividades que se realizan, así como recibir las devoluciones del colectivo ciudadano como una evaluación de uno de los actores de la intervención deportiva. *
Sería interesante sobre todo, que la ciudadanía logre percibir e internalizar las propuestas, creando empatía con la gestión de la Secretaría, donde se pueda observar una línea coherente, entre lo que se hace y lo que se planifica, la existencia de un  rumbo programático a largo plazo. Ese rumbo unificador de la gestión factible de cambio después de ser evaluado lo que otorga seguridad y firmeza ideológica. A propósito:
“El desarrollo del deporte en un país no depende, sólo, de su gobierno, sino del trabajo continuo, complementario y coordinado entre todos los actores del sistema deportivo.
El Plan Nacional Integrado de Deporte (PNID) debería ayudarnos a trabajar con una dirección clara, en un mismo sentido, de manera coordinada y eficaz.
Un documento vivo, abierto, flexible. No una camisa de fuerza sino un potente faro que orienta, ordena, define los principales objetivos, programas y acciones a poner en marcha en nuestro país para dar un salto cualitativo en el desarrollo deportivo”
Estos eran unos de los primeros párrafos del Plan Nacional integrado de Deporte, definidos por  más de 200 personas que participaron y que por alguna razón no parecen muy visibles como políticas de estado en esta comunicación oficial formato digital.
Continuamos en la búsqueda del PNID  o de lineamientos que  aseguren un posicionamiento estratégico de cada una de las áreas del  sistema deportivo uruguayo sin resultado. Sistema que en aquel documento se definían como el deporte en el sistema educativo formal y en la infancia, la adolescencia y juventud, desarrollo de la actividad física y el deporte en los ámbitos comunitario, deporte federado de competencia, alto rendimiento, deporte y salud, etc.  
No encontramos referencias en  las informaciones de las actividades y proyectos implementados o en proceso, que las vincule  a aquel gran trabajo de investigación y propuestas  comenzado en 2008, donde había  23 programas y 93 medidas concretas.
Una planificación, un marco controlable y evaluable con indicadores de logros que establezcan la confirmación  o el cambio de rumbo, tal como fueron concebidos no existen. Estos rumbos comprometían a un amplio espectro de participación, así estuvo pensado entonces. Involucra no solamente al estado en sus múltiples instancias de gobierno  y ministerios (Educación y Cultura, Salud, Desarrollo Social, Interior, etc.)   ya que el deporte puede y debe desarrollarse  transversalmente en las acciones coordinadas, sino que es  vinculante a otras áreas, como las privadas. Esas coordinaciones, regulaciones y proyectos transversales son solamente efectivas  si existe un marco referencial que les de significación y los ordene secuencialmente.   
Nos llama la atención y parece imposible creer que no solamente la planificación propuesta sino el exhaustivo diagnóstico de la situación del sistema deportivo del país hayan caído en el olvido. Máxime cuando la mayoría de los actores que están en el gobierno hoy, fueron protagonistas esenciales de aquel trabajo, que a medida que pasa el tiempo  nos parece más valioso. 
EH

Al pretender investigar en otras  realidades de la comarca, nos encontramos con un documento del plan estratégico presentado por la Secretaria de Deporte Argentina que invitamos a leer.  Es una producción limitada a Buenos Aires,  aunque en algunos casos se menciona que  algunos de sus proyectos serían de aplicación nacional. Somos conscientes que de lo escrito no necesariamente todo sea más tarde ratificado en la realidad. Se nos ocurre interesante,  pues enumera los proyectos ordenadamente y establece definiciones y normas claras, períodos de ejecución, implementación, destinatarios, alcance, coordinaciones con otras áreas del Estado, con federaciones y comité olímpico etc. No resulta un modelo a seguir en absoluto, sino una fuente de consulta, que quede claro. 


Editorial de febrero de 2017:  Juan Copete: con la política, metete(1). El dilema del deporte comunitario

(1) Hace referencia a la polca de Zitarrosa, 
que fuera a su vez título de  una columna de opinión 
en el diario El Popular escrita - en 1994 - 
por el maestro, historiador y amigo de NEXO, Julio Rodríguez.

Una de las cuestiones que se han presentado últimamente y que ha dado lugar a variadas polémicas, tiene que ver con el modelo del deporte comunitario y su descentralización.

Nos explicamos. Luego que el Presidente Vázquez afirmara el 1º de marzo del 2015, en su mensaje televisivo con motivo de su asunción al cargo, que una de las prioridades del Gobierno sería la descentralización, diversas interpretaciones han surgido sobre, justamente, ese concepto.

Hay una concepción que sostiene que alejar del centro geográfico el poder de decisión, es decir, desplazarlo hacia otros organismos con mayor cercanía al territorio – por ejemplo a las intendencias – es la forma adecuada de ese proceso. Sin embargo expertos describen esa forma de concebirlo más bien como “descentración” en contraposición a “descentralización” (Veneciano). Esta última sería aquella que distribuye adecuadamente el poder desicional entre todos los actores, en este caso, del deporte comunitario.

Para poner ejemplos: la “descentración” sería el proceso que se llevó a cabo hace medio siglo en el deporte comunitario de Maldonado (descentrado del Poder Ejecutivo pero centralizado en la Intendencia) y el que ahora se dio con la transferencia de la Plaza de Deportes de Tacuarembó a la Intendencia respectiva.

Esta “descentración” generalmente se asocia a formas de entender el gobierno con una óptica “gerencialista”, según la acepción que aporta el sociólogo compatriota Agustín Canzani.

Canzani indica que

(...)  una visión «gerencialista» de la política (...) trata de negar la influencia ideológica para centrarse en la gestión como un valor en sí mismo.
 (en Portal “Nueva Sociedad”).

Esta forma de percibir el gobernar - que está muy extendida especialmente en determinados círculos profesionales y en algunos medios de comunicación - lo hace promoviendo las soluciones “únicas” de lo tecnológico frente a cierto desprestigio del accionar político-partidario real. Desprestigio que – paradójicamente - esos mismos medios han ayudado a crear.

Este paradigma es bien representado por Rubén Acosta Hernández (“Gestión y administración de organizaciones deportivas”. Paidotribo, 2005), cuando limita la acción gerencial a la pura gestión:

“Las tareas gerenciales están orientadas fundamentalmente hacia la planificación, la organización, la coordinación y el control. Un buen gerente de deportes necesita estas competencias y debe demostrar rendimiento en su trabajo personal, así como habilidades para tomar decisiones.”

En contraposición y desde una posición que podemos calificar de “político-participativa” , el argentino José Luis Coraggio, es enfático en afirmar que

“El papel de la política no es (...) me­ramente diseñar y gestionar buenas políticas so­ciales, más coherentes y exactas, más eficientes e inteligentes, menos reactivas y sectorialistas, ni meramente retirarse junto con el Estado y pa­sar recursos a la gestión de un mercado de entidades intermediadoras. Su papel es pugnar por transformar la economía, la sociedad y la políti­ca, construyendo un nuevo poder social” (en “Economía social y solidaria. El trabajo antes que el capital” Ed. Universidad Politécnica Salesiana y FLACSO, Quito, 2011)

Aunque es obvio, debe quedar bien claro que esta forma de sostener el papel de la política no ha de ser un salvoconducto para la desorganización, la improvisación, la opacidad, el amiguismo, la corrupción, las soluciones inconsultas, etc. Lo que afirma Coraggio es que una buena política “no es meramente” buena gestión. Es mucho más.

El colombiano Alvaro Córdoba afina este concepto acercándolo al tema del deporte y la recreación, afirmando que:

“La reflexión sobre la dimensión política del deporte y la recreación hacen referencia inevitablemente a la relación del deporte y la recreación con la Política (en singular y mayúscula) y con las políticas (plural) o sea la relación con lo político.”(...)De ello derivan elementos fundamentales como la formación de ciudadanía, la comunicación pública, la corresponsabilidad, la transparencia, el control social, el fortalecimiento social (...)” (Portal Funlibre)

Ejemplo esclarecedor: la experiencia llevada a cabo en el Proyecto Piloto La Paz en la administración anterior.

En estos dos puntos de vista disímiles, las denominaciones son bien elocuentes y demuestran claramente las diferencias. Mientras que los “gerencialistas” designan  a las personas concurrentes como “clientes”, “usuarios” o “consumidores”, los “participativos” lo hacen como “compañeros”, “socios” o “colaboradores”. Es bien distinta una “clientela” (formada por clientes) que una “sociedad” (de socios).

Esas diferencias tienen su eje en el mayor o menor incidencia que los cubanos Alejandro Ramos, Rafael Ojeda y otros definen como

“(...) el empoderamiento ciudadano que contribuye y garantiza una gobernabilidad democrática y contribuye entonces a la formación de una cultura y una sociedad verdaderamente democrática”  (Portal “efdeportes”)

Este empoderamiento  (adquisición de poder e independencia por parte de un grupo social) es lo que los “participativos” jerarquizan, no haciéndolo así los “gerencialistas”. La posición ante este empoderamiento de los actores sería entonces la clave para definir el modelo a elegir en el deporte comunitario.

Es significativo que la disímil distribución del poder haya tenido, históricamente, diferente peso y haya definido distintos derroteros en el deporte comunitario. En el ámbito asociativo (clubes y asociaciones) los directivos (dirigentes, representantes comunitarios, etc.) en general retacean la participación de los profesionales y de las instituciones públicas mientras que, en el ámbito público, está naturalizado que estos dos últimos (autoridades estatales y técnicos) han de hacer lo propio con los representantes comunitarios (vecinos, participantes, etc.).

Al respecto, los citados Ramos y otros sostienen que

“La gestión de los procesos de actividad física y deportes (…) surge de la participación de los actores que la necesita y que son impactados por su uso. La interacción social es imprescindible: los “expertos” que saben “como se hace” no tienen el derecho a definir solos “qué debe ser hecho”. (...) “La gestión es participativa desde el modelo cuando se tiene en cuenta la percepción de los problemas desde la visión del gobierno, de los especialistas, de la comunidad”

En esta disyuntiva, donde aparecen confrontando dos modelos ideológicamente diferentes, el camino del medio es el más fácil pero también el peor, pues no conforma a nadie y cristaliza un sentimiento de frustración colectivo.

Quizás lo que pueda saldar el contencioso sean los lineamientos que la ciudadanía ha laudado con su voto. En este sentido, no podremos soslayar entonces el repaso de lo que mandata en lo particular el Programa del Frente Amplio para el período 2015-2020. Dice así:

“Involucrar fuertemente a la población impulsando mecanismos para llegar a  la universalización de la actividad deportiva comunitaria, con su integración a  las políticas sociales transversales, de salud y culturales, de género y  generacionales con énfasis en el desarrollo de ciudadanía. Lo que implica distribución de poder decisional, capacitación de las organizaciones de la comunidad en el territorio y ampliación de la oferta pública, social y privada”

Las preguntas obligadas serían entonces ¿cuál modelo seguir? y, sobre todo, ¿qué caminos estamos transitando?

A. G.


Editorial de enero de 2017: 2016. Breve resumen de un año que pasó, no sin dejar huellas

NR: La revista Nexo Sport ha decidido este año una forma diferente de hacer balances. La publicación de una selección de tramos de algunas editoriales de este año pasado, demuestra la diversidad y profundidad de las  temáticas que hoy preocupan a la educación física y el deporte. Temas que no han sido ajenos  a esta revista, que pronto estará cumpliendo  34 años y que permanentemente ha  intentado dar una respuesta coherente comprometida en este nada despreciable camino recorrido. Una visión distinta dentro de los critico y reflexivo,  independiente, a medio camino entre lo político y lo técnico profesional.  Buscando fundamentación académica cuando fuera necesaria y también  volando con mayor libertad tras quimeras con proposiciones concretas de cambio. Este ha sido nuestro propósito. Está en Uds.  juzgar cuán cerca hemos estado de lograrlo.
Los abrazamos con el cariño de siempre Quique y Cheche

El valor de los datos

La locación donde se hacen las “prácticas corporales” involucran los espacios privados y públicos. Estos últimos han tomado relevancia y en función de su acierto, en la preferencia de los usuarios, sería necesario  incrementarlos en cantidad y sobre todo con nuevos ofrecimientos. Nosotros nos permitimos insistir en el establecimiento de convenios público privados (Enseñanza Secundaria y clubes) donde ambos extremos de esta posible sinergia sería beneficiosa.  La territorialidad de estos ofrecimientos enriquecería las propuestas. 
Por ultimo reiterar el rol de lo público-privado en campañas y emprendimientos motivacionales,  creadores de cultura vinculados al deporte  y su práctica saludable.  La reformulación de emprendimientos tales como el Programa de Acondicionamiento Físico  que se llevara a cabo en rededor de los años 89, 90 conocidos como PAF, podría ser una idea orientadora.
Si bien algunos datos pudieran haber cambiado en los últimos dos años, esta encuesta es de sumo valor en la orientación de las políticas deportivas para la juventud.

A propósito de los Juegos  Olímpicos: No sólo ellos, también nosotros
El tamaño y el poder del aparato creado alrededor de este evento, hace inútil plantearse cualquier tipo de modificación de este estado de situación. Parecería  sin embargo interesante plantearse de una vez por todas, pues parece que es tiempo de la gente, de la gente de alpargatas, alternativas distintas  del desarrollo deportivo. Una concepción no sustentada  en el ganar, en el podio, sino en programas donde  el premio sino  la participación y la interacción con los semejantes.  Propuestas desalineadas de una idea del deporte atado a la confrontación. Inversiones destinadas a actividades deportivas que sean de beneplácito de la gente, que produzcan placer y alegría, que desactiven la violencia
Somos conscientes que se trata de una propuesta contra cultural y por ende muy difícil de implementar,  pues significa   desandar  caminos para tomar otros.
Sin embargo Uruguay ha desandado caminos últimamente, ha innovado con propuestas diferentes a las usuales. Esa  actitud le otorga autoridad y confianza como para intentar una nueva cultura en el deporte.

Regreso de un sueño posible  (Una jornada de atletismo escolar)
Cuál es nuestra reflexión? Hace 50 años que leímos a Annemary Seybold, pedagoga alemana de la década de los 70 que nos hablaba de las actividades pedagógicas, de grupos vitales, del respeto por los participantes y todos decíamos que sí y acordamos con ella.
También acordamos con Paulo Freire quien reconoce otros saberes en sus estudiantes , que es posible la reflexión, la conciencia crítica, que es posible otra mirada.
Sin embargo seguimos con el modelo adulto de las competencias, podio para primero, segundo y tercero, técnicas elaboradas para el alto rendimiento exigidas a pre -adolescentes, jueces de alta competencia sin delegar poder evaluatorio y confiar en los saberes de jóvenes y alumnos de niveles superiores.
¿Por qué?
¿Por qué no podemos ser coherentes?
¿Por qué no disponemos de fuerzas interiores para cambiar?
¿Qué pasa con nuestras instituciones que manejan un discurso y hacen otro?
Lo mejor de todo queda para el final: Heinz Mandtlerel profesor coordinador y realizador del proyecto es URUGUAYO formado en el ISEF colega de todos nosotros.
Más allá de todas las dudas seguimos creyendo que es posible. Pero YA, pues se nos acaba La vida!!

Propuesta de NEXO para el Dialogo Social
Pensamos que ha llegado el momento de las realizaciones.   Propuestas concretas como estas o cualquier otra,  con clara dirección hacia lo comunitario. Hacia el valor social del deporte como agente preventivo y  generador de salud para todos, tomando distancia de visiones más elitistas del deporte.
No seamos condescendientes con la visión competitiva y la búsqueda de talentos  para gloria efímera de tal o cual deporte. Un país también es grande por su masividad. Sobre todo uno que pretende ser justo y solidario. No habrá medallas y  no se medirá  en puestos divulgados por la prensa que evaluara resultados de rendimientos en la dimensión vulgar del deporte, la única que ellos conocen. Debemos romper con supuestos no revisados, debemos construir miradas compartidas, trabajos en equipos para reflexionar y  resignificar en este presente que ofrece la oportunidad de un dialogo social.
Seguramente se podrá medir en menos  gastos en servicios de salud, una población más sana con menores riesgos de  enfermedades cardiovasculares  evitables. Con aumentos sensibles en la calidad de vida de todos.
Tomemos un rumbo. Asumamos definiciones
EH
­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

Nuestro oficio

Recuperemos pues nuestra formación en lo que nunca debió haber dejado de serlo, la que se refleja claramente en su primera denominación: “Curso para la Preparación de Profesores de Educación Física”
Asumiendo que, como lo señala la también académica argentina Edith Litwin, nuestra profesión trata del "complejo y maravilloso oficio de enseñar".
Y que nosotros, luego de medio siglo de ejercerlo, estamos cada vez más orgullosos de ello.
La detección temprana de talentos en el deporte: algunas preguntas.
(…) como no se puede detectar en todas las modalidades simultáneamente ¿cuáles se jerarquizan?: ¿Las que la Secretaría de Deporte anunció como prioritarias? ¿Las que tienen clasificados para los Juegos Olímpicos?¿Las que tienen infraestructura y docentes?¿Sólo evaluamos a los niños interesados o a todos?
¿Cómo podemos hacer para evaluar en una sola edad cuando los presuntos talentos deben encontrarse en diferentes momentos de su desarrollo?
Se requiere (…) que las federaciones o los clubes se hagan cargo de sus carreras deportivas. Esto significa concentrar a estos elegidos en lugares donde se puedan brindar las posibilidades de un entrenamiento específico, constante y bien supervisado, con todos los apoyos necesarios. ¿Cómo se resolvería este tema por cuanto no se va a contar en cada deporte con cantidad (“masa crítica” se le dice) de jóvenes deportistas que ameriten este esfuerzo?
(…) hay que discutir si este sistema debe asumirse por la administración pública o por el sistema federativo, en la medida de que en el futuro muchos de los detectados pueden derivar hacia aspectos comerciales del cual el Estado, que haría la inversión, no va a ser parte. ¿No habría que poner este tema en la agenda para profundizarlo?
No es la primera vez que este sistema se intenta en Uruguay y, tampoco sin duda, en otros países (…)¿No será necesario profundizar en esos resultados?
Seguramente todos estos asuntos serán debidamente estudiados, dado las repercusiones que pueden tener en varios aspectos. Pero se nos ocurre que el fundamental se refiere a esos adolescentes y jóvenes que son elegidos y que, si no se hacen las cosas con mucho cuidado, pueden ver comprometidos sus futuros, no sólo deportivo, sino de toda una vida.

Que cada cual atienda su juego

(…) surgen (..) algunas interrogantes. Sin agotar el tema, se nos ocurre que sería necesario responder a algunas:
- El Sistema Educativo ¿puede desarrollar una Educación Física al servicio de las federaciones?
- ¿Cuáles son los límites de la intromisión gubernamental, cuánto tiene éste que invertir, y como repartir los escasos recursos disponibles?
- ¿Es factible sólo una actuación asistencialista?
- El Estado ¿Tiene que dar siempre todo al deporte – como le reclaman – y mirarla de lejos?
- En un sistema deportivo de gobernanza, el Estado ¿debe sustituir al sistema deportivo cuando este falla o debe orientarlo, ejercer la rectoría, apoyarlo, controlarlo, evaluarlo, llegar a acuerdos, dar participación, etc.?
Si respondemos a estas preguntas con acierto, llegando a acuerdos más allá de lo enunciativo y actuamos en consecuencia, quizás no tengamos que recurrir a Antón Pirulero.

El deporte ¿educa?

El responsable de la preparación física del FC Barcelona y catedrático de  “Motricidad Básica y su Aplicación a la Iniciación Deportiva” del INEFC de Barcelona, el colega   Francisco Seiro-lo da una respuesta posible:
“Lo educativo de las prácticas deportivas no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos y psíquicos de una buena preparación física que sustenta su rendimiento, sino que lo realmente y único educativo son las condiciones en que puedan realizarse esas prácticas que permitan al deportista comprometer y movilizar sus capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logre su auto-estructuración”
Nosotros también creemos que por ahí va el camino.
AG

Editorial de diciembre de 2016: Actividad física y deporte. Los derechos de los ciudadanos

La práctica de actividades física se va generalizando en nuestra sociedad. Veamos algunos  de los factores que pueden haber colaborado en ello:

- Los avances de las ciencias de la salud que aseguran los beneficios de la actividad física en relación a su preservación y mantenimiento. En un país donde la medicalización tiene una fuerte implantación, los consejos médicos impulsan – a veces con pocos conocimientos específicos – el involucramiento de la población con el ejercicio físico.

- La universalización de la Educación Física  y su jerarquización relativa en la enseñanza, va creando cambios culturales que ayudan en ese sentido.

- El pasaje de las prácticas de la actividad física del cerrado  y normatizado ámbito institucional (clubes, plazas de deportes, asociaciones, etc.) a la posibilidad de desarrollarla libremente en espacios públicos, a partir de los aportes del Deporte Para Todos de las décadas del 80 y 90 del siglo pasado.

- El avance del área en la consideración pública, que pasó de una actividad referida exclusivamente a “gimnasia” y “deportes” a un universo mucho más amplio de posibilidades corporales

- La elevación en la consideración ciudadana del campo de la Educación Física y el Deporte, donde sus profesionales dejaron de ser una desconocida y relegada minoría a tener un mejor status social y a multiplicarse en sus variadas formaciones.

- La popularización de nuevas opciones públicas, sociales y privadas, con instalaciones modernas, actualizadas y accesibles, tanto a nivel nacional como departamental y municipal.

Sin embargo y  a pesar de estos avances que se reflejan en las distintas encuestas de hábitos referidas a la actividad física de la población, las estructuras legales que lo encuadran  han permanecido prácticamente incambiadas desde principios del siglo XX.
Prácticamente lo único que se ha legislado ha sido en lo referente a los derechos de los deportistas profesionales. Y poco más.

En cuanto a declaraciones, sólo se registran la de UNESCO de 1988 sobre “Derechos del niño y el deporte” y en nuestro país, la de ADIC del 2000, sobre deporte infantil.

Escudándose en la falta de reglamentación de las profesiones relacionadas con la actividad física y el deporte y en la libertad de enseñanza consagrada en el artículo 68 de la Constitución, este campo es un ámbito totalmente desregulado, donde se pueden cometer los mayores atentados a la salud y a la educación de los practicantes (niños adolescentes y adultos), actuándose así con la mayor impunidad.

Hemos sabido y presenciado de verdaderos atropellos a la dignidad personal, significando posible deteriores irreversibles al bienestar futuro de los alumnos, perpetrados por improvisados “personal training”; así como tratamientos despreciables y perjudiciales de entrenadores hacia niños, adolescentes y jóvenes, que permanecen sin ningún tipo de castigo, conductas que serían rápidamente motivo de escándalo, por ejemplo, en el ámbito de la mortificada educación pública.

Cuando se entiende la necesidad de actuar, la respuesta es que no hay “derecho” a corregir estas conductas inconvenientes. Y es así porque no se ha legislado nada al respecto. Pero también es cierto que nadie se quiere hacer responsable de este tema tan resbaladizo.

Sin embargo, se está avanzando en otros rubros también peliagudos como son el de la violencia en el deporte o el los derechos económicos de los deportistas en el ámbito de su trabajo.

Recientemente, se aprobó una muy interesante y necesaria ley “(...) por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del deporte en la Comunidad de Madrid”. En su artículo 3º se ocupa de los “Derechos de los deportistas, consumidores y usuarios de los servicios deportivos”, y se establece que:

“1.- Los consumidores, usuarios y deportistas, en la prestación de los servicios deportivos que reciban, tendrán los siguientes derechos:
a) A recibir unos servicios adecuados a las condiciones y necesidades personales de acuerdo con el estado de los conocimientos científicos de cada momento y con los niveles de calidad y seguridad que se establezcan.
b) Al respeto de su personalidad, dignidad e intimidad.
c) A disponer de información suficiente y comprensible de las actividades físico-deportivas que vayan a desarrollarse.
d) A recibir una prestación de servicios deportivos que no fomente prácticas deportivas que puedan resultar perjudiciales para la salud.
e) A que los profesionales de los servicios deportivos se identifiquen y a ser informados sobre su profesión y cualificación profesional.
f) A la igualdad de trato y oportunidades, independientemente de su identidad y orientación sexual, edad, capacidad funcional, cultura, etnia o religión.
g) A que en los contratos que celebren se reflejen los derechos de los deportistas, consumidores y usuarios de servicios deportivos, así como los deberes del personal que presta los servicios deportivos a los que se hace referencia en esta Ley.
2.- En todas aquellas instalaciones en las que se presten servicios deportivos será de obligado cumplimiento la exposición al público, en un lugar visible, de los derechos indicados en el punto 1 de este artículo”

¿No es tiempo que en nuestro país se legisle y sobre todo se aplique, una normativa – que - con las adecuaciones del caso – sea similar a esta?
¿No entraría también en la llamada “agenda de derechos ciudadanos” éstos asuntos referidos a la actividad física, el deporte y las actividades corporales de salud, estéticas y recreativas?

Pensamos que sí, que se debería avanzar en este sentido.
Entonces…¿quién recoge el guante?

A. G.
   
EDITORIAL DE NOVIEMBRE DE 2016: Propuesta de NEXO en el Diálogo Social


Con la convicción  que  todo  encuentro nacional  que promueva  una  amplia participación de la sociedad puesta a pensar en el Uruguay del futuro, es una de las claves de su transformación,  Nexo Sport ha presentado un proyecto vinculado a la salud y el deporte.
Este proyecto que a falta de una nueva y tal vez mejor  denominación ha titulado Programa de Acondicionamiento Físico.
Esta iniciativa encuentra sus  antecedentes,  en aquella que  en el año 1989 impulsara el Departamento de Deporte Comunitario de  la ex CNEF, justamente  bajo el nombre de Programa de Acondicionamiento Físico más conocido como  PAF.
Este proyecto se llevó a cabo solamente durante tres o cuatro años  y estuvo dirigido a una población situada entre los 18 y 40 años. Luego de ese lapso se discontinuó entre otras causas, precisamente por la poca participación que se les diera a algunos actores involucrados, nada más ni nada menos que a los docentes encargados de llevarlos a cabo.  En esa forma tan peculiar de gestión impositiva de aquellos tiempos  en la que las “directrices” bajaban desde  los escritorios donde se sentaban  funcionarios  “sesudos” (entre quienes me encontraba)  y que pensaban por ellos. Hoy hay que ser consciente que la opinión de los docentes  que desde el campo profesional  desarrollan las actividades, tienen tanto o más que decir que quienes conciben una idea,  aunque a veces  bien intencionada, refleja únicamente la concepción de una  o un grupo de personas designadas temporariamente a ocupar cargos también transitorios.
Otra de las causas que llevaron al fracaso a  estos programas pensados como políticas permanentes, estuvo en  trasvasar casi sin un filtro de contexto, experiencias de otros países, donde la cultura del deporte y su correlato de salud es otra bien distinta que motiva a sus habitantes a correr por obtener un distintivo para su solapa. El programa de la Insignia Deportiva Alemana, modelo seguido por  sus creadores en el Uruguay de aquel entonces,  ha cumplido un siglo casi sin modificaciones esenciales, aunque ahora  su programa alcanza también  a la población con capacidades diferentes.  
Con origen en el mismo Departamento de Deporte Comunitario se desarrolló  otro programa  de similares características para edades más pequeñas, jóvenes de 10 a 17 años,  popularizado como “PAFITO” y que fuera llevado a cabo por la CNEF junto al INJU. Este evento infantil-juvenil con inspiración en un programa similar en el estado de California,  tuvo mayor éxito puesto que era de más fácil organización y servía como evaluación del profesorado  para sus clases regulares de Educación Física.  Es decir que como objetivo no buscado se ajustaba a las necesidades de quienes lo desarrollaban ya que podía verificar rápida y masivamente a través de sus pruebas, la fuerza abdominal, de brazos, la velocidad, la flexibilidad y la resistencia aeróbica, el estado condicional de sus grupos escolarizados o no.
Ambos programas ofrecían a modo de  reconocimiento una insignia que certificaba que su portador había alcanzado los mínimos requeridos en esos programas. No importaba el máximo o la mejor performance, sólo había que cumplirlo.
La propuesta que sigue a continuación debería servir de punto de partida para un análisis  de situación y oportunidad y ser  sujeto de  estudio por un equipo que represente todas las voces que deban ser escuchadas, evitando las tentaciones del protagonismo innecesario.
Nos parece que la inversión en este tipo de actividades que tienen como objetivo la salud ciudadana a través de las actividades físico - deportivas,  es imprescindible  y no se ha hecho nunca en su justa medida.   
Después de 25 años  las circunstancias que rodean al fenómeno deportivo popular  han cambiado. La valoración de la actividad deportiva vinculada a la salud se ha naturalizado en la sociedad. Esta distinta realidad podría viabilizar más eficientemente una propuesta comunitaria entre otras cosas por la multiplicidad de los ofrecimientos existentes  en el país hoy.  Incluso el reciente mobiliario deportivo de las ciudades, que aun perfectibles, ofrece oportunidades de ejercitación que en aquel momento no existían.  
LA PROPUESTA
“Se trata del desarrollo de un programa de actividades físico deportiva para la población en general con el objetivo de promover un buen estado de salud física-sicológica y social.
La propuesta está dirigida a todos aquellos que consideran a la motricidad humana como factor de desarrollo integral en una práctica alegre, consciente y saludable, donde la formación física básica se obtenga como consecuencia de la práctica sistemática y voluntaria de actividades físicas.
Debería también constituir para quienes  recién se inician en la cultura de las actividades físicas o personas sedentarias,  un estímulo suficientemente claro y accesible para integrarse al programa. Las pruebas serán fáciles de realizar en espacios públicos, privados y de libre acceso.  Es decir no tendrán costos para quienes deseen participar en este programa.
Los desafíos a superar en las distintas disciplinas formales y no formales  deberán establecerse por profesionales de la salud y el deporte en forma conjunta e involucrando a las instituciones especializadas.
Deberán ser lo suficientemente exigentes para estar dentro de los parámetros mínimos requeridos, demostrando  un buen estado de salud acorde a las edades involucradas,  pero tampoco accesibles a todos sin una práctica habitual acorde.
Estos mínimos  podrán establecerse a través de una evaluación diagnóstica de la población organizando posteriormente niveles o categorías  de acuerdo a las potencialidades de los participantes.
Se basa en pruebas con escasa exigencia técnica (la necesaria para evitar accidentes o lesiones. De esta manera serán inclusivas y accesibles para la mayoría de la población e involucraran los saltos, lanzamientos, carreras de velocidad y resistencia. Podrían incluirse también el andar en bicicleta y la natación.
Las edades a las que estarían dirigidas estas pruebas serían: 10 años hasta los 50 años organizados en dos programas diferenciados en función de los diversos intereses   socio-etarios. (De 10 a 17 años y de 18 a 50 años para ambos sexos) y tres niveles de exigencia.”
Hasta aquí el proyecto que cuenta con una historia que demuestra su factibilidad, aunque en esta oportunidad la ayuda del aparato técnico docente podría ser  menor que la que aseguraba la cobertura nacional de la ex CNEF en los finales de los 80.
Se requerirá   una fuerte  toma de conciencia de los beneficios de la actividad física vinculada a la salud y la motivación debería basarse en una fuerte y bien pensada campaña de marketing social que asegure un compromiso y  participación masiva de la población.
Pensamos que ha llegado el momento de las realizaciones.   Propuestas concretas como estas o cualquier otra,  con clara dirección hacia lo comunitario. Hacia el valor social del deporte como agente preventivo y  generador de salud para todos, tomando distancia de visiones más elitistas del deporte.
No seamos condescendientes con la visión competitiva y la búsqueda de talentos  para gloria efímera de tal o cual deporte. Un país también es grande por su masividad. Sobre todo uno que pretende ser justo y solidario. No habrá medallas y  no se medirá  en puestos divulgados por la prensa que evaluara resultados de rendimientos en la dimensión vulgar del deporte, la única que ellos conocen. Debemos romper con supuestos no revisados, debemos construir miradas compartidas, trabajos en equipos para reflexionar y  resignificar en este presente que ofrece la oportunidad de un dialogo social.
Seguramente se podrá medir en menos  gastos en servicios de salud, una población más sana con menores riesgos de  enfermedades cardiovasculares  evitables. Con aumentos sensibles en la calidad de vida de todos.
Tomemos un rumbo. Asumamos definiciones
EH


EDITORIAL DE OCTUBRE DE 2016: El deporte ¿educa?

Quienes escribimos estas líneas hemos pasado más de medio siglo pregonando la importancia del deporte como herramienta valiosa para la educación de los niños. Es más, hemos fundamentado nuestra posición destacando la validez de esta actividad en cuanto ayuda eficaz en la consecución de valores como la tolerancia, el respecto, la solidaridad, el compañerismo, la honradez, el juego limpio y muchos otros que hacen fundamentalmente a la ética del comportamiento.

Coherente con estos principios, cuando nos ha tocado participar en la elaboración de programas y otras propuestas curriculares en la educación oficial, hemos incorporado el deporte como contenido. Como se sabe, los programas se hacen partiendo de todo el universo de contenidos enseñables que puede transmitir una generación a otra, “recortando” de estos, aquellos que son considerados relevantes por razones culturales, sociales, históricas, disciplinares, etc. Y nosotros reconocíamos en el deporte estas características.

Sin embargo, algunos hechos recientes nos han obligado a poner en tela de juicio estos criterios. Para no ser demasiado extensos, elegimos tres que se sucedieron casi simultáneamente en la segunda semana de este último mes de setiembre y que, seguramente, los lectores ya conocen. Pasemos a su referencia.

1) Un rugbier del Club San Cirano de Buenos Aires empujó a un indigente y lo tiró al suelo, para luego ascender a un auto que lo esperaba, riéndose mientras se retiraba junto a dos compañeros. Posteriormente subieron la “hazaña” a youtube.  Ese club (que a raíz de este incidente los expulsó), está formado por ex alumnos de un prestigioso colegio irlandés de Flores, caracterizado por la importancia que se le ha dado - desde su fundación en 1896 - a la Educación Física. A pesar de que varios actores del deporte recalcaron que se trataba de un hecho aislado, se supo que unos días antes otros dos rugbiers en la misma capital porteña habían mandado al hospital con traumatismo de cráneo a un joven luego de una reyerta a la salida de un boliche. Y que estos hechos forman parte de una saga con muchísimos antecedentes.

2) La Secretaría Nacional del Deporte informó que fueron confirmados siete casos de doping positivos en el ciclismo, existiendo la sospecha por parte de la Federación respectiva de que sea una práctica totalmente generalizada. Paradójicamente, el Presidente de la Federación de Ciclismo Federico Moreira, quién dio la voz de alerta en este caso, fue protagonista en 1991 - tras ganar la Vuelta Ciclista, - de un resultado positivo en los análisis En el momento no existió sanción deportiva porque la Unión Ciclista Internacional no había homologado oficialmente los laboratorios de Uruguay.

3) Nuestro compatriota, el piloto Santiago Urrutia vio imposibilitado de ganar la Fórmula Indylight pues el equipo contrincante hizo que su integrante Felix Serralles dejara pasar “antideportivamente” a su compañero Ed Jones y así éste podría sumar los puntos necesarios para el podio. El periodista del canal del Estado (TVU Canal 5) Diego Tabárez justificó de esta manera la “maniobra”: “¡Hecha la ley, hecha la trampa! Y no me vengan los éticos del deporte a decirme que está mal”. En el canal oficial del Estado Uruguayo.

En los tres casos, parece que los valores de respeto, tolerancia, honradez y juego limpio fueron groseramente vulnerados. Y en todos, esos valores trasgredidos lo fueron por deportistas y otros actores relevantes (dirigentes, periodistas, empresarios, etc.) que – se supone – la propia práctica y cercanía con el deporte, debería haber reforzado.

Pero esto es más preocupante, especialmente porque de ello surgiría que estas prácticas están  - diríamos - “incrustadas” en el deporte de competencia  y eso es así desde casi su origen. En 1923 en la Plaza de Deportes Nº 3 del Parque Rodó, un partido de básquetbol finalizaba antes de tiempo por una batalla campal generalizada donde participaron jugadores y público y que terminó con el destrozo de las gradas de madera que se habían construido especialmente. El chispazo fue una “patoteada” de un grupo de hinchas.

Desde el comienzo mismo del ciclismo deportivo en 1869 en Inglaterra, los corredores ya usaban las llamadas “bolas de velocidad”  compuestas de una mezcla de heroína y cocaína para incrementar su rendimiento. Siete años después se registraba por esta causa, la primera muerte de un ciclista. Parecería que no es casualidad entonces que dos de los sancionados recientemente por la ONAU acabasen de participar en un homenaje en Tarariras a Wilde Baridon, el primer ciclista fallecido en nuestro país por efecto del doping en una carrera de 1965, cerca de Atlántida.

Finalmente se sabe hoy de repetidos “tongos” en la historia del deporte comenzando con los arreglos en el beisbol y en el boxeo norteamericano ya en 1910,  pasando sin duda por el escandaloso resultado de Argentina 78 (Argentina 6 – Perú 0). Recientemente apareció un video inédito donde se ve al Dictador Videla acompañado del Secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinguer, ingresar después del partido al vestuario de Perú para “agradecer” su fair play.

La pregunta que lógicamente aparece es, a contrapelo de los que afirman muchos, si el deporte es  - de por sí - esencialmente educativo.

El sociólogo alemán Krauss Heinneman da una pista fundamental al respecto. Dice, bajo el sugestivo título de “El deporte no tiene valores”:

“El deporte, entendido como una forma específica y reglamentada de trato al cuerpo, carece de “valor”, nos son cualidades del mismo. Sobre todo, los valores del deporte son (…) juicios subjetivos y estimativos que emiten las personas (…). Los valores del deporte son el resultado de valoraciones realizadas por individuos o instituciones”

Parecería (y sin que esto pueda tomarse como una conclusión) que la cuestión no pasa por “deporte sí” o “deporte no” como herramienta educativa, como con simplismo se ha querido plantear el tema, sino que lo fundamental es establecer – como toda actividad social - el cómo y el para qué, pero sobre todo el quiénes lo enseñan, quiénes lo dirigen y quiénes los impulsan.

El responsable de la preparación física del FC Barcelona y catedrático de  “Motricidad Básica y su Aplicación a la Iniciación Deportiva” del INEFC de Barcelona, el colega   Francisco Seiro-lo da una respuesta posible:

“Lo educativo de las prácticas deportivas no es el aprendizaje de sus técnicas o tácticas, ni siquiera los beneficios físicos y psíquicos de una buena preparación física que sustenta su rendimiento, sino que lo realmente y único educativo son las condiciones en que puedan realizarse esas prácticas que permitan al deportista comprometer y movilizar sus capacidades de tal manera que esa experiencia organice y configure su propio yo, logre su auto-estructuración”

Nosotros también creemos que por ahí va el camino.

AG






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